miércoles, 27 de enero de 2016
SUEÑOS..META ..Y REALIDAD.
Una vez en el lugar más hermoso del universo vivía un niño llamado Sueño, el cual anhelaba crecer y conocer otros mundos.
Sueño se la pasaba por allá en lo alto, por las nubes jugando y jugando todo el día.
Una vez Sueño se dio cuenta que él no crecía como crecían sus amigos, además empezó a sentirse muy débil y poco a poco perdió sus ganas de jugar.
Un gran día, Dios desde el cielo al ver a su amado hijo Sueño tan débil, envió un mensajero celestial a su ayuda, el mensajero llevaba consigo un maletín muy especial que contenía alimentos Divinos para así fortalecer y hacer crecer a Sueño.
Desde el mismo instante en que aquel mensajero llegó, Sueño empezó a sentirse mejor y mejor, ya que cada día aquel mensajero lo alimentaba con aquellos celestiales manjares.
Muchos caldos de constancia con fuerza, platos muy nutritivos de voluntad y trabajo, postres hechos a base de paciencia, fantásticos jugos hechos con decisión y lo más importante tratándolo con mucha confianza y sobre todo mucho amor a DIOS.
Sueño creció y creció, y llegó a dejar de ser Sueño para convertirse en META y, claro que siguió jugando pero ya no por las nubes, sino aquí en la tierra, cada vez más conoció otros mundos, mundos como la felicidad y la satisfacción, y un día no muy lejano, Meta dejó de ser Meta y se transformo en REALIDAD.
LA MAESTRA Y SUS ALUMNOS , QUE ES EL AMOR..?
Uno de los niños de una clase de educación infantil preguntó
Maestra… ¿qué es el amor?
La maestra sintió que la criatura merecía una respuesta que estuviese a la altura de la pregunta inteligente que había formulado. Como ya estaban en la hora del recreo, pidió a sus alumnos que dieran una vuelta por el patio de la escuela y trajeran cosas que invitaran a amar o que despertaran en ellos ese sentimiento. Los pequeños salieron apresurados y, cuando volvieron, la maestra les dijo:
Quiero que cada uno muestre lo que ha encontrado.
El primer alumno respondió:
Yo traje esta flor… ¿no es bonita?
A continuación, otro alumno dijo:
- Yo traje este pichón de pajarito que encontré en un nido… ¿no es gracioso?
Y así los chicos, uno a uno, fueron mostrando a los demás lo que habían recogido en el patio.
Cuando terminaron, la maestra advirtió que una de las niñas no había traído nada y que había permanecido en silencio mientras sus compañeros hablaban. Se sentía avergonzada por no tener nada que enseñar.
La maestra se dirigió a ella:
Muy bien, ¿y tú?, ¿no has encontrado nada que puedas amar?
La criatura, tímidamente, respondió:
- Lo siento, señorita. Vi la flor y sentí su perfume, pensé en arrancarla pero preferí dejarla para que exhalase su aroma durante más tiempo. Vi también mariposas suaves, llenas de color, pero parecían tan felices que no intenté tomar ninguna. Vi también al pichoncito en su nido, pero…, al subir al árbol, noté la mirada triste de su madre y preferí dejarlo allí…
Así que traigo conmigo el perfume de la flor, la libertad de las mariposas y la gratitud que observé en los ojos de la madre del pajarito. ¿Cómo puedo enseñarles lo que he traído?
La maestra le dio las gracias a la alumna y emocionada le dijo que había sido la única en advertir que lo que amamos no es un trofeo y que al amor lo llevamos en el corazón.
El amor es algo que se siente.
Hay que tener sensibilidad para vivirlo.
martes, 26 de enero de 2016
A Pesar de Todo
A pesar de que duermen mis sentidos por rutina.
A pesar de esta apatía que bosteza enmohecida.
A pesar de muchas broncas que quedaron escondidas.
A pesar de mis fracasos, mis pecados, mis caídas.
A pesar ya de ilusiones que están por siempre dormidas,
y de fantasmas internos prendidos en mis pupilas.
A pesar de que me invento muchas veces la sonrisa.
A pesar de que me trague las verdades, las mentiras.
A pesar de mis defectos, de mi cólera, de mi ira,
de mis eternos miedos que desde mi alma silban,
y que viva disfrazando mis pequeñas cobardías.
A pesar de mi pasado que me espía a escondidas.
A pesar de mis angustias que rasguñan mis costillas.
A pesar de mi energía que se agota, se termina,
y del paso de los años, de mis luchas, mis heridas.
A PESAR DE TODO ESO... SIGO APOSTANDO A LA VIDA.
PAGADO A SU TOTALIDAD
Cierto pequeño se acercó a su madre en la cocina, una noche, cuando ella preparaba la cena y la entregó un pedazo de papel sobre el que había escrito algo.
Después de que la mamá se secó las manos en el delantal, lo leyó y esto es lo que decía:
Por cortar el pasto 5.00 Por limpiar mi habitación esta semana 1.00 Por ir a la tienda cuando me envías 0.50 Por cuidar a mi hermano mientras fuiste de compras 0.25 Por sacar la basura 1.00 Por obtener una buenas calificaciones 5.00 Por limpiar y barrer el patio 2.00
Total que me debes $ 14.75
Les diré que su madre lo miró de pie a la expectativa y pude ver que los recuerdos pasaban por su mente. Toma la pluma, le da vuelta a la hoja de papel que el niño había escrito y anotó lo siguiente:
Por los nueve meses que te llevé mientras crecías en mi interior, SIN CARGO. Por todas las noches que estuve sentada a tu lado, cuidándote y orando por ti, SIN CARGO. Por todos los momentos difíciles y todas las lágrimas que causaste a través de los años, SIN CARGO. Por todas las noches de temor y por las preocupaciones que sabía que tendría, SIN CARGO. Por los juguetes, la comida, la ropa y por limpiar tu nariz, SIN CARGO, hijo. Cuando sumes todo, el costo total del verdadero amor es SIN CARGO.
Así, cuando el niño terminó de leer lo que su madre había escrito, había grandes lágrimas en sus ojos, miró directamente a su madre, después tomó la pluma y con letras grandes escribió:
PAGADO EN SU TOTALIDAD..!
que te parecio y cual es tu opinion a esta historia..?
EL MAESTRO Y EL ALACRAN
Un maestro oriental que vio cómo un alacrán se estaba ahogando, decidió sacarlo del agua, pero cuando lo hizo, el alacrán lo picó.
Por la reacción al dolor, el maestro lo soltó, y el animal cayó al agua y de nuevo estaba ahogándose. El maestro intentó sacarlo otra vez, y otra vez el alacrán lo picó.
Alguien que había observado todo, se acercó al maestro y le dijo:
Perdone, ¡pero usted es terco! ¿No entiende que cada vez que intente sacarlo del agua lo picará?"
El maestro respondió:
"La naturaleza del alacrán es picar, y eso no va a cambiar la mía, que es ayudar".
Y entonces, ayudándose de una hoja, el maestro sacó al animalito del agua y le salvó la vida.
No cambies tu naturaleza si alguien te hace daño; sólo toma
precauciones.
martes, 19 de enero de 2016
domingo, 17 de enero de 2016
EL HOMBRE QUE BUSCO
-¿De verdad quieres saberlo?
Él respondió: -SÍ
Ella empezó a decir:
-Siendo una mujer en esta época, estoy en una posición de pedirle a un hombre lo que yo sola no puedo hacer por mí. Yo pago todas mis facturas, yo me encargo de mi casa sin la ayuda de un hombre, yo estoy en la posición de preguntar: '¿Qué es lo que tú puedes aportar en mi vida?'
El hombre se le quedó mirando y pensó que ella se estaba refiriendo al dinero.
Ella, sabiendo lo que él estaba pensando, dijo: -No me estoy refiriendo al dinero, yo necesito algo más. Yo no necesito un hombre que luche por la perfección en todos los aspectos de la vida. Yo busco a alguien que luche por superarse, a alguien con quién conversar y que me motive a ser cada vez mejor. YO NO NECESITO A ALGUIEN MENTALMENTE SIMPLE E INMADURO. Quiero a alguien a quien admirar y que me admire por mí misma. Yo estoy buscando a alguien que luche por la tranquilidad espiritual, porque yo necesito a alguien con quien compartir mi Fe en Dios; un hombre que me ame, pero que ame a Dios por encima de todo.
No necesito a un hombre que luche por la perfección financiera, porque yo no busco riquezas. Busco a alguien que se esfuerce y trabaje hombro a hombro conmigo para sostener nuestro hogar, que no sea una carga más en espera de ser 'mantenido'. Yo necesito a alguien lo suficientemente sensible para que me comprenda por lo que yo paso en la vida como mujer, pero lo suficientemente fuerte para darme ánimo y no dejarme decaer. Yo estoy buscando a alguien a quien pueda respetar. Para poder apoyar a ese hombre, debo respetarlo y que me respete por lo que valgo.
Busco a alguien en quien pueda confiar, que me respete como su pareja y mejor amiga. No a un hombre infiel, con un alma tan pobre que se irrespete a sí mismo entregándose a cualquiera solo por un momento de placer banal y animal. Busco a un hombre que pueda ser digno ejemplo para nuestros hijos, más no una vergüenza para ellos. Yo aspiro a atender a mi pareja, simplemente él tiene que merecérselo. Dios hizo al hombre y a la mujer en iguales condiciones para apoyarse mutuamente. Yo no puedo ayudar a un hombre inútil, que no se puede ayudar así mismo. Yo busco a un hombre sensible y con buenos sentimientos, porque él conocerá mis sentimientos con sólo mirarme a los ojos. Busco ternura.
Cuando ella terminó lo miró a los ojos y él se veía muy confundido y con interrogantes.
Él le dijo: -Estás pidiendo mucho.
Ella le contestó: -Yo valgo mucho.
viernes, 15 de enero de 2016
SI TIENES UN HIJO VARÓN.
Si tienes un hijo varón, ve tejiendole unas alas con hilos rojos de admiración, cosidas con agujas de dignidad y plumas de ángeles en libertad y en su mochila, el día que parta, coloca el latido de tu corazón, y varitas de hogar para comenzar su propio nido.
para que encuentre el amor de una mujer y lo dignifique con tu ejemplo.
Porque los hijos varones, no siempre regresan, se les ha sido dada la semilla y han de cuidar que crezca sana, por eso si tienes un hijo varón, dale principios, sentido de responsabilidad y aprecio por su nombre, porque son los varones los que resguardan el corazón de las mujeres y quienes no deben perder nunca su admiración.
Si tienes un hijo varón, sabrás que hay que amarlos en la misma medida que los vas soltando, sabrás lo que duele y lo mucho que te enseñan, si tienes un hijo varón has tenido la gran oportunidad de enseñarle de primera mano el motivo de la confianza de las mujeres, la fortaleza que les aportan y el inmenso amor que les inspiran.
Si tienes un hijo varón, sabrás que a ellos se les ama en la misma medida que se les empuja a volar, con orgullo y con confianza, con aprecio y admiración por su temperamento y con la satisfacción que provoca su apuesta por el futuro, porque los hijos varones se guian por la fuerza del espíritu y amarán fuertemente en libertad, como tú encontraste el tuyo.
Cerca o lejos, si tienes un hijo varón, has ayudado a construir el mundo que necesitamos todas las mujeres, de respeto, de esperanza, de valor y de dignidad de género.
miércoles, 13 de enero de 2016
Así es la Vida
Muchas veces en la vida pensamos y hasta decimos que nos queremos morir. Pero la vida es muy valiosa para desperdiciarla. Todos somos muy importantes.
Piensa que aunque para el mundo no seas nadie, para alguien eres el mundo.
Muchas veces pensamos que otros son perfectos, pero no hay nadie perfecto, todos somos iguales. Sólo hay gente que tiene cosas que tú no tienes, como tú tienes cosas que ellos no tienen.
Muchas veces te sientes mal por la forma en que actúas y reaccionas, pero lo que ocurre es que algunos lastimamos con más facilidad que otros. Las virtudes de los demás siempre son más visibles para ti, que las tuyas propias.
Muchas veces te aferras a algo o a alguien. No está mal, pero trata de no hacerlo indispensable para tu vida, si te acostumbras a usar siempre muletas, nunca andarás bien.
Muchas veces te desprecias, te miras al espejo y te insultas. No lo hagas, acepta tanto tu realidad como el hecho de que sólo Dios puede transformar tu vida.
Muchas veces nos desesperamos y desilusionamos, pero si todo lo que esperamos o deseamos se cumpliera, ¿dónde estarían las sorpresas?.
Muchas veces nos traicionan los que creíamos amigos. Y ahí aparecen los verdaderos amigos que nos consuelan.
Por todos esos motivos no bajes los brazos nunca.
Por todo eso vive la vida al máximo, sonríe, se feliz, disfruta de la vida y confía en el Señor.
Por todo eso ama la vida, quizás no sea muy larga, pero puede ser intensa y significativa.
Puede que te toque vivir cosas difíciles, pero con el Señor, lo mejor, está por venir.
No hagas que tu vida sea un infierno, trata de vivir cada momento como si fuese el último.
Toma con cuidado las decisiones importantes, si te equivocas puedes derribar lo que construiste a lo largo de toda tu vida.
Nunca cambies, siempre sé tu mismo. Piensa que siempre hay gente que te va a recibir con los brazos abiertos.
Nunca creas que es tarde para volver a empezar. Nunca es tarde para realizar un sueño. No hay nada imposible para Dios.
Acuérdate siempre que en nuestro idioma existe una palabra clave para volver a empezar, PERDÓN.
“La vida es gratis, es un regalo y los regalos no hay que rechazarlos. Pero para que ese “regalo” tenga algún sentido, tienes que preguntarle a quien te la regaló, de otra manera te estarás perdiendo el verdadero significado de tu existencia”
sábado, 9 de enero de 2016
Una mente renovada
¿Cuál es el secreto de esas personas que logran cambios positivos en su vida? ¿Dónde está la clave para poder vivir en plenitud? ¿Existe alguna manera de alcanzar las metas que nos hemos propuesto? Solo hay una respuesta a estos y tantos otros interrogantes: ¡¡SÍ!!
Si queremos lograr la felicidad y disfrutar plenamente de la vida, tenemos que alinearnos con los propósitos de Dios, nuestro Creador. Para que eso sea posible, necesitamos ir más allá de los conceptos abstractos y humanistas que nos influencian y concentrarnos en la renovación de nuestra mente. En otras palabras: «Cambiar nuestra manera de pensar»
De acuerdo a los propósitos de Dios ¿Cuáles son las características de una mente renovada?
He aquí algunas de ellas:
Una mente renovada. ¡sustituye la mentira por la verdad! Aunque sea popular el uso de las llamadas «mentiras piadosas» quien desea vivir al máximo sabe que de sus labios debe brotar la verdad. De esta manera se abre paso a la confianza, elemento fundamental en el trato con nuestros semejantes.
Una mente renovada. ¡sustituye el resentimiento y la ira por el perdón! Todos nos enojamos frente a distintos hechos de la vida. Sin embargo, no debemos permitir que el enojo nos domine y se vuelva incontrolable. Y tampoco debemos guardar resentimiento en nuestro corazón, porque si no es tratado convenientemente, el resentimiento puede convertirse fácilmente en amargura. Cuando tomamos la decisión de perdonar, la ira y el rencor ceden su lugar a la paz interior y facilitan la reconciliación con los demás.
Una mente renovada… ¡sustituye la deshonestidad por la honradez! Las aparentes «pequeñas deshonestidades» socavan nuestro espíritu y no nos permiten vivir al cien por cien. Cada día necesitamos desarrollar la honradez, aún en los hechos cotidianos más simples. Una conciencia limpia es el reflejo de una personalidad que disfruta de la libertad.
Una mente renovada. ¡sustituye las palabras que hieren por palabras que edifican!
¡Cuánto daño pueden provocar nuestras palabras! Los insultos, las ironías, los términos despectivos, el chisme, y tantos otros males solo producen amargura, tristeza y resentimiento.
¡Que nuestra boca se llene de palabras que bendigan y edifiquen a los demás!
Una mente renovada… ¡sustituye la maldad por la bondad! Una persona buena piensa siempre en el otro, hace uso de una actitud amable, buscando el bien. Maldad es privilegiar el egoísmo antes que el amor. ¡La bondad es misericordia, amor y compasión!
«Permitamos que Dios siembre en nuestro corazón la semilla de todas estas cualidades y esforcémonos en cultivarlas cada día. Solo así lograremos desarrollar una mente distinta, que nos permitirá ser mejores personas cada día»
viernes, 8 de enero de 2016
El Tazón de Madera
Un viejo se fue a vivir con su hijo, su nuera y su nieto de cuatro años, ya las manos le temblaban, su vista se nublaba y sus pasos flaqueaban.
La familia completa comía junta en la mesa, pero las manos temblorosas y la vista enferma del anciano hacía el alimentarse un asunto difícil.
Los guisantes caían de su cuchara al suelo de y cuando intentaba tomar el vaso, derramaba la leche sobre el mantel.
El hijo y su esposa se cansaron de la situación. “Tenemos que hacer algo con el abuelo”, dijo el hijo. “Ya he tenido suficiente, derrama la leche, hace ruido al comer y tira la comida al suelo”.
Así fue como el matrimonio decidió poner una pequeña mesa en una esquina del comedor. Ahí, el abuelo comía solo mientras el resto de la familia disfrutaba la hora de comer. Como el abuelo había roto uno o dos platos, su comida se la servían en un tazón de madera.
De vez en cuando miraban hacia donde estaba el abuelo y podían ver una lágrima en sus ojos mientras estaba ahí sentado sólo. Sin embargo, las únicas palabras que la pareja le dirigía, eran fríos llamados de atención cada vez que dejaba caer el tenedor o la comida.
El niño de cuatro años observaba todo en silencio. Una tarde antes de la cena, el papá observó que su hijo estaba jugando con trozos de madera en el suelo.
Le preguntó dulcemente: ¿Qué estás haciendo?
Con la misma dulzura el niño le contestó: “Ah, estoy haciendo un tazón para ti y otro para mamá para que cuando yo crezca, ustedes coman en ellos”.
Sonrió y siguió con su tarea.
Las palabras del pequeño golpearon a sus padres de tal forma que quedaron sin habla.
Las lágrimas rodaban por sus mejillas. Y, aunque ninguna palabra se dijo al respecto, ambos sabían lo que tenían que hacer.
Esa tarde el esposo tomó gentilmente la mano del abuelo y lo guió de vuelta a la mesa de la familia. Por el resto de sus días ocupó un lugar en la mesa con ellos. Y por alguna razón, ni el esposo ni la esposa, parecían molestarse más cada vez que el tenedor se caía, la leche se derramaba o se ensuciaba el mantel.
Los niños son altamente perceptivos. Sus ojos observan, sus oídos siempre escuchan y sus mentes procesan los mensajes que absorben.
Si ven que con paciencia proveemos un hogar feliz para todos los miembros de la familia, ellos imitarán esa actitud por el resto de sus vidas.
Los padres y madres inteligentes se percatan que cada día colocan los bloques con los que construyen el futuro de su hijo. Seamos constructores sabios y modelos a seguir.
He aprendido que puedes decir mucho de una persona por la forma en que maneja tres cosas: un día lluvioso, equipaje perdido y luces del arbolito enredadas.
He aprendido que independientemente de la relación que tengas con tus padres, los vas a extrañar cuando ya no estén contigo.
He aprendido que aún cuando me duela, no debo estar solo.
La gente olvidará lo que dijiste y lo que hiciste, pero nunca cómo los hiciste sentir.
jueves, 7 de enero de 2016
UNA VERDADERA HISTORIA DE AMOR❤
"Mis padres vivieron 55 años casados. Una mañana, mi mamá bajaba las escaleras para prepararle a papá el desayuno, sufrió un infarto y cayó. Mi padre la levantó como pudo y, casi a rastras, la subió a la camioneta. A toda velocidad, sin respetar semáforos, la condujo hasta el hospital.
Cuando llegó, por desgracia, ya había fallecido.
Durante el sepelio, mi padre no habló; su mirada estaba perdida. Casi no lloró.
Esa noche, sus hijos nos reunimos con él. En un ambiente de dolor y nostalgia, recordamos hermosas anécdotas y él pidió a mi hermano, teólogo, que le dijera donde estaría mamá en ese momento. Mi hermano comenzó a hablar de la vida después de la muerte, y de conjeturas de cómo y dónde estaría ella.
Mi padre escuchaba con atención. De pronto pidió que lo lleváramos al cementerio.
"¡Papá!", respondimos, "¡son las 11 de la noche, no podemos ir al cementerio ahora!".
Alzó la voz, y con una mirada vidriosa dijo:
"No discutan conmigo, por favor, no discutan con el hombre que acaba de perder a la que fue su esposa por 55 años".
Se produjo un momento de respetuoso silencio, no discutimos más. Fuimos al cementerio, pedimos permiso al velador. Con una linterna llegamos a la tumba. Mi padre la acarició, oró y nos dijo a sus hijos, que veíamos la escena conmovidos:
"Fueron 55 años... ¿saben? Nadie puede hablar del amor verdadero, si no tiene idea de lo que es compartir la vida con una mujer".
Hizo una pausa, y se limpió la cara. "Ella y yo, estuvimos juntos en aquella crisis. Cambié de empleo...", continuó. "Hicimos el equipaje cuando vendimos la casa y nos mudamos de ciudad. Compartimos la alegría de ver a nuestros hijos terminar sus carreras, lloramos uno al lado del otro la partida de los seres queridos, oramos juntos en la sala de espera de algunos hospitales, nos apoyamos en el dolor, nos abrazamos en cada Navidad, y perdonamos nuestros errores... Hijos, ahora se ha ido, y estoy contento, ¿saben por qué?
Porque se fue antes que yo. Ella no tuvo que vivir la agonía y el dolor de enterrarme, de quedarse sola después de mi partida. Seré yo quien pase por eso, y le doy gracias a Dios. La amo tanto, que no me hubiera gustado que sufriera...".
Cuando mi padre terminó de hablar, mis hermanos y yo teníamos el rostro empapado en lágrimas. Lo abrazamos, y él nos consoló: "Todo está bien, podemos irnos a casa; ha sido un buen día".
Esa noche entendí lo que es el verdadero amor; dista mucho del romanticismo, no tiene que ver demasiado con el erotismo, ni con el sexo, más bien se vincula al trabajo, al complemento, al cuidado y, sobre todo, al verdadero amor que se profesan dos personas realmente comprometidas".
Cuando llegó, por desgracia, ya había fallecido.
Durante el sepelio, mi padre no habló; su mirada estaba perdida. Casi no lloró.
Esa noche, sus hijos nos reunimos con él. En un ambiente de dolor y nostalgia, recordamos hermosas anécdotas y él pidió a mi hermano, teólogo, que le dijera donde estaría mamá en ese momento. Mi hermano comenzó a hablar de la vida después de la muerte, y de conjeturas de cómo y dónde estaría ella.
Mi padre escuchaba con atención. De pronto pidió que lo lleváramos al cementerio.
"¡Papá!", respondimos, "¡son las 11 de la noche, no podemos ir al cementerio ahora!".
Alzó la voz, y con una mirada vidriosa dijo:
"No discutan conmigo, por favor, no discutan con el hombre que acaba de perder a la que fue su esposa por 55 años".
Se produjo un momento de respetuoso silencio, no discutimos más. Fuimos al cementerio, pedimos permiso al velador. Con una linterna llegamos a la tumba. Mi padre la acarició, oró y nos dijo a sus hijos, que veíamos la escena conmovidos:
"Fueron 55 años... ¿saben? Nadie puede hablar del amor verdadero, si no tiene idea de lo que es compartir la vida con una mujer".
Hizo una pausa, y se limpió la cara. "Ella y yo, estuvimos juntos en aquella crisis. Cambié de empleo...", continuó. "Hicimos el equipaje cuando vendimos la casa y nos mudamos de ciudad. Compartimos la alegría de ver a nuestros hijos terminar sus carreras, lloramos uno al lado del otro la partida de los seres queridos, oramos juntos en la sala de espera de algunos hospitales, nos apoyamos en el dolor, nos abrazamos en cada Navidad, y perdonamos nuestros errores... Hijos, ahora se ha ido, y estoy contento, ¿saben por qué?
Porque se fue antes que yo. Ella no tuvo que vivir la agonía y el dolor de enterrarme, de quedarse sola después de mi partida. Seré yo quien pase por eso, y le doy gracias a Dios. La amo tanto, que no me hubiera gustado que sufriera...".
Cuando mi padre terminó de hablar, mis hermanos y yo teníamos el rostro empapado en lágrimas. Lo abrazamos, y él nos consoló: "Todo está bien, podemos irnos a casa; ha sido un buen día".
Esa noche entendí lo que es el verdadero amor; dista mucho del romanticismo, no tiene que ver demasiado con el erotismo, ni con el sexo, más bien se vincula al trabajo, al complemento, al cuidado y, sobre todo, al verdadero amor que se profesan dos personas realmente comprometidas".
martes, 5 de enero de 2016
El anciano
Un anciano que pasaba los días sentado en un banco de la plaza que estaba a la entrada del pueblo, era muy querido por sus vecinos y siempre contestaba con mucha sabiduría a cualquier
pregunta que le hicieran.
Un día, un joven se le acercó y le preguntó:
–Hola, señor, acabo de llegar a este pueblo, ¿Me puede decir, cómo es la gente de este lugar?
–Hola hijo, ¿De dónde vienes? Preguntó el anciano.
–De un pueblo muy lejano.
–Dime, ¿Como es la gente allí?
–Son egoístas, envidiosos, malvados, estafadores… por eso me fui de aquel lugar en busca de mejores vecinos.
–Lamento decírtelo, querido amigo, pero los habitantes de aquí son iguales a los de tu ciudad.
El joven, lo saludó y siguió viaje.
Al siguiente día pasó otro joven, que acercándose al anciano, le hizo la misma pregunta:
–Acabo de llegar a este lugar, ¿Me podría decir cómo son los habitantes de esta ciudad?
–¿Cómo es la gente de la ciudad de dónde vienes?
–Ellos son buenos, generosos, hospitalarios, honestos, trabajadores… tenía tantos amigos, que me ha costado mucho separarme de ellos.
–Los habitantes de esta localidad también son así. Respondió el anciano.
–Gracias por su ayuda, me quedaré a vivir con ustedes.
Un hombre que también pasaba muchas horas en la misma plaza, no pudo evitar escuchar las dos conversaciones y cuando el segundo joven se fue, se acercó al anciano y le preguntó:
–¿Cómo puedes dar dos respuestas completamente diferentes si los dos jóvenes te hicieron la misma pregunta?
–En realidad todo está en nosotros mismos. Quien no ha encontrado nada bueno en su pasado, tampoco lo encontrará aquí. En cambio, aquellas personas que tenían amigos en su ciudad de origen, también los encontrarán aquí, porque las personas reciben aquello que ellas mismas están dispuestas a dar a los demás.
«Todo lo bueno y lo bello de la vida que necesitas, lo llevas dentro de ti. Tú simplemente déjalo salir, compártelo con los demás y cuando menos te lo esperes regresará a tu vida»
Pensamientos de Ánimo
“Las fuerzas que se asocian para el bien no se suman, se multiplican.”
Concepción Arenal
“Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes.”
Khalil Gibran
“¡Ánimo!. Todo pasa. Ama tu trabajo y no dejes de cumplir tu deber cada día.”
Don Bosco
“La misma esperanza deja de ser felicidad cuando va acompañada de la impaciencia.”
John Ruskin
“El arte de la medicina consiste en mantener al paciente en buen estado de ánimo mientras la naturaleza le va curando.”
Voltaire
“Los grandes espíritus siempre han tenido que luchar contra la oposición feroz de mentes mediocres.”
Einstein
“Saber no es suficiente; tenemos que aplicarlo. Tener voluntad no es suficiente: tenemos que implementarla.”
Goethe
domingo, 3 de enero de 2016
UNA GRAN HISTORIA QUE TE HARÁ PENSAR EN TODAS LAS OPORTUNIDADES QUE TE DA LA VIDA
No había en el pueblo peor trabajo que ser portero del prostíbulo.
¿Pero qué otra cosa podría hacer aquel hombre?
El hecho es que nunca había aprendido como leer ni escribir, no tenía ninguna otra actividad u ocupación.
Un día, entró como gerente del burdel un joven lleno de ideas, creativo y emprendedor, que decidió modernizar el lugar.
Hizo cambios y llamó a los empleados para dar las nuevas instrucciones.
Al portero le dijo:
-A partir de hoy, usted, además de estar en la entrada, va a preparar un informe semanal donde registrará la cantidad de personas que entran y sus comentarios y quejas sobre los servicios.
–Yo adoraría hacer eso, señor, balbuceó. - Pero no sé leer ni escribir.
- ¡Ah! ¡Cuanto lo siento! Pero si es así, ya no puede seguir trabajando aquí.
- Pero sr, no puede despedirme, he trabajado en esto mi vida entera, no sé hacer otra cosa.
- Mire, lo entiendo, pero no puedo hacer nada por usted. Le daremos una buena indemnización y espero que encuentre algo que hacer. Lo siento y que tenga suerte.
Dicho esto, se dio la vuelta y se fue. El portero se sentía como si el mundo se le derrumbara. ¿Qué hacer?
Recordó que en el prostíbulo, cuando se rompía alguna silla o una mesa, él las arreglaba, con esmero y cariño.
Pensó que esto podría ser una buena ocupación para conseguir un trabajo.
Pero sólo contaba con algunos clavos oxidados y una pinza mal cuidada.
Usaría el dinero de la indemnización para comprar una caja completa de herramientas.
En el pueblo no había casa de herramientas, debería viajar dos días en mula para ir al pueblo más cercano para comprar. Y así lo hizo.
A su regreso, un vecino llamó a su puerta:
- Vengo a preguntar si tiene un martillo para prestarme.
- Sí, acabo de comprarlo, pero lo necesito para trabajar, ya que...
- Bueno, pero yo se lo devolveré mañana muy temprano.
- Si es así, está bien.
A la mañana siguiente, como había prometido, el vecino llamó a la puerta y dijo:
- Mire, yo todavía necesito el martillo. ¿Por qué no me lo vende?
- No, lo necesito para trabajar y además, la ferretería más cercana está a un viaje de dos días, en mula.
- Vamos a hacer un trato - dijo el vecino.
Le pagaré los días de ida y vuelta, más el precio del martillo, ya que está sin trabajo en este momento. ¿Qué piensa?
Realmente, esto le daría trabajo por dos días más. Acepto.
Volvió a montar su mula y viajó.
A su regreso, otro vecino lo esperaba en la puerta de su hogar.
- Hola, vecino. Usted vendió un martillo a nuestro amigo.
Necesito algunas herramientas, estoy dispuesto a pagarle sus días de viaje y una pequeña ganancia mas para que me las compre, porque yo no tengo tiempo para viajar para hacer las compras.
¿Qué piensa?
El ex portero abrió su caja de herramientas y su vecino eligió una pinza, un destornillador, un martillo y un cincel. Pagó y se fue. Y nuestro amigo guardó las palabras que escuchaba: " No tengo tiempo para viajar a hacer las compras”.
Si esto es así, muchos requerirán de él para viajar y traer herramientas.
En el próximo viaje, arriesgó un poco más de dinero, trayendo más herramientas de las que había vendido.
De hecho, podría economizar un poco de tiempo en los viajes.
La noticia comenzó a esparcirse por el pueblo y muchos, queriendo economizar el viaje, hacían encomiendas.
Ahora, como vendedor de herramientas, una vez por semana viajaba y traía lo que necesitaban sus clientes
Con el tiempo, alquiló un galpón para almacenar las herramientas y unos meses más tarde, se compró una vitrina y un escaparate y transformó el galpón en la primera ferretería en el pueblo. Todos estaban contentos y compraban allí.
Ya no viajaba, los fabricantes le enviaban los pedidos. Él era un buen revendedor. Con el tiempo, la gente de los pueblos cercanos preferían comprar en la ferretería, que tener que gastar días en viajes.
Un día se acordó de un amigo suyo que era tornero y herrero y pensó que él podría fabricar las cabezas de los martillos.
Y entonces, por qué no, los destornilladores, los pinzas, los cortadores, etc. ...
Y después estaban los clavos y los tornillos...
En pocos años, se convirtió, con su trabajo, en un fabricante de herramientas rico y próspero.
Un día decidió donar una escuela al pueblo.
En ella, además de la lectura y la escritura, los niños aprendían algún oficio.
En el día de la inauguración de la escuela, el alcalde le entregó las llaves de la ciudad, lo abrazó y le dijo:
- Es con gran orgullo y gratitud que le pedimos que nos conceda el honor de poner su firma en la primera página del libro de actas de esta nueva escuela.
- El honor sería mío, dijo el hombre. Sería una cosa que me daría mucho gusto, firmar ese libro, pero no sé leer ni escribir, soy analfabeta.
- ¿Usted? Dijo incrédulo el alcalde. ¿Construyó un imperio industrial sin saber leer ni escribir? ¡Esto es increíble! Y le preguntó:
- ¿Qué hubiera sido de usted si supiese leer y escribir?
- Eso lo puedo contestar, el hombre dijo con calma: - Si yo supiese leer y escribir... seguiría siendo el PORTERO DEL PROSTÍBULO.
Esta historia es verdadera, y se refiere a un gran industrial llamado ... Valentín Tramontina , fundador de Industrias Tramontina, que hoy cuenta con 10 fábricas, 5.500 empleados, produce 24 millones de unidades varias al mes y exporta bajo su propia marca a más de 120 países - es la única empresa brasileña en esta condición. La ciudad que se menciona es Carlos Barbosa, y está en el interior de Rio Grande do Sul.
Por lo general, las oportunidades son vistas como adversidades.
Las adversidades pueden ser bendiciones.
Las crisis están llenas de oportunidades.
Si alguien le bloquea la puerta, no gaste energía en la confrontación, busque las ventanas.
Recuerde la sabiduría del agua: " El agua nunca discute con sus obstáculos, sino que los rodea”.
Que su vida sea llena de victorias, no importa si son grandes o pequeñas, lo importante es celebrar cada una de ellas.
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