La vida es un jardín;
lo que siembres en ella, eso te devolverá.
Así que elige semillas buenas, riégalas
y con seguridad tendrás las flores más bellas. Cada acto, cada palabra, cada sonrisa,
cada mirada, es una simiente.
Cada una tiene en sí
vida, jardín, siembres, recogerás, sonrisa, amor, bondadoso, fé, esperanza el poder vital y germinativo.
Procura, siempre: "una siembra de amor".
"El amor es paciente, es bondadoso.
El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso.
... No se comporta con rudeza,
no es egoísta, no se enoja fácilmente,
no guarda rencor.
Ahora, pues, permanecen estas tres virtudes: la fe, la esperanza y el amor.
Pero la más excelente de ellas es el amor"
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