domingo, 31 de agosto de 2014

TODOS TENEMOS GRIETAS

Un cargador de agua de la India tenía dos grandes vasijas que colgaba a los extremos de un palo y que llevaba encima de los hombros. Una de las vasijas tenía varias grietas, mientras que la otra era perfecta y conservaba toda el agua al final del largo camino a pie, desde el arroyo hasta la casa de su patrón, pero cuando llegaba, la vasija rota sólo tenía la mitad del agua.
Durante dos años completos esto fue así diariamente, desde luego la vasija perfecta estaba muy orgullosa de sus logros, pues se sabía perfecta para los fines para los que fue creada. Pero la pobre vasija agrietada estaba muy avergonzada de su propia imperfección y se sentía miserable porque sólo podía hacer la mitad de todo lo que se suponía que era su obligación.
Después de dos años, la tinaja quebrada le habló al aguador diciéndole:
"Estoy avergonzada y me quiero disculpar contigo porque debido a mis grietas sólo puedes entregar la mitad de mi carga y sólo obtienes la mitad del valor que deberías recibir”.
El aguador, apesadumbrado, le dijo compasivamente:
"Cuando regresemos a la casa quiero que notes las bellísimas flores que crecen a lo largo del camino."
Así lo hizo la tinaja. Y en efecto vio muchas flores hermosas a lo largo del camino, pero de todos modos se sintió apenada porque al final, sólo quedaba dentro de sí la mitad del agua que debía llevar.
El aguador le dijo entonces
"¿Te diste cuenta de que las flores sólo crecen en tu lado del camino? Siempre he sabido de tus grietas y quise sacar el lado positivo de ello. Sembré semillas de flores a todo lo largo del camino por donde vas y todos los días las has regado y por dos años yo he podido recoger estas flores para decorar el altar de mi Maestro. Si no fueras exactamente como eres, con todo y tus defectos, no hubiera sido posible crear esta belleza."
Cada uno de nosotros tiene sus propias grietas. Todos somos vasijas agrietadas, pero debemos saber que siempre existe la posibilidad de aprovechar las grietas para obtener buenos resultados.

LA FÁBULA DEL OPA


Se cuenta que en una ciudad del interior, un grupo de personas se divertían con el tonto del pueblo, un pobre infeliz de poca inteligencia, que vivía haciendo pequeños mandados y limosnas. Diariamente algunos
hombres llamaban al opa al bar donde se reunían y le ofrecían elegir entre dos monedas: una de tamaño grande de 50 cts. y otra de menor tamaño, pero de 1 $

El siempre tomaba la más grande y menos valiosa, lo que era motivo de risas para todos.

Un día, alguien que observaba al grupo divertirse con el inocente hombre, le llamó aparte y le preguntó si todavía no había percibido que la moneda de mayor tamaño valía menos y este le respondió:

- Lo sé, no soy tan boludo, vale la mitad, pero el día que elija la otra, el jueguito acaba y no voy a ganar más mi moneda.

Esta historia podría concluir aquí, como un simple chiste, pero se pueden sacar varias conclusiones:

La primera: Quien parece tonto, no siempre lo es.

La segunda: ¿Cuáles eran los verdaderos opas de la historia?

La tercera: Una ambición desmedida puede acabar cortando tu fuente de ingresos.

Pero la conclusión más interesante es:

Podemos estar bien, aún cuando los otros no tengan una buena Opinión sobre nosotros mismos. Por lo tanto, lo que importa no es lo que piensan de nosotros, sino lo que uno piensa de sí mismo.

“El verdadero hombre inteligente es el que aparenta ser tonto… delante de un tonto que aparenta ser inteligente.


sábado, 30 de agosto de 2014

LA FELICIDAD ES UN TRAYECTO, NO UN DESTINO


Nos convencemos a nosotros mismos de que la vida será mejor después de casarnos, después de tener un hijo, y entonces después de tener otro.
Entonces nos sentimos frustrados de que los hijos no son lo suficientemente grandes y que seremos  felices cuando lo sean. Después de eso nos frustramos por que son adolescentes (difíciles de
tratar). Ciertamente seremos más felices cuando salgan de esa etapa.
Nos decimos que nuestra vida estará completa cuando a nuestro esposo o
esposa le vaya mejor, cuando tengamos un mejor auto o una mejor casa, cuando
nos podamos ir de vacaciones, cuando estemos retirados...
La verdad es que no hay mejor momento para ser felices que AHORA. Si no es
ahora? , Cuando? Tu vida siempre estará llena de retos. Es mejor admitirlos
y decidir ser felices de todas formas. Una de mis frases favorita es de Souza, dijo: "Por largo tiempo parecía para
mí que la vida estaba a punto de comenzar, la vida de verdad. Pero siempre
había un obstáculo en el camino, algo que resolver primero, algún asunto sin
terminar, tiempo por pasar, una deuda que pagar, entonces la vida
comenzaría. Hasta que me dí cuenta que esos obstáculos eran mi vida.
 Esta perspectiva me ha ayudado a ver que no hay un camino a la  felicidad. la felicidad es el camino.
Así que atesora cada momento que tienes, y atesóralo más cuando lo
compartiste con "alguien especial", lo suficientemente especial para compartir tu tiempo, y recuerda que el tiempo no espera por nadie...
Así que deja de esperar hasta que termines la escuela, hasta que vuelvas a
la escuela, hasta que bajes 10 kilos, hasta que tus hijos se vayan de casa,
hasta que te cases, hasta que te divorcies, hasta el viernes por la noche,
hasta el domingo por la mañana, hasta la primavera, hasta el verano, o hasta
que mueras, para decidir que no hay mejor momento que este para ser feliz...
La felicidad es un trayecto, no un destino.
Pensamiento para la vida: Trabaja como si NO necesitaras dinero, Ama  como si
nunca te hubieran herido, y baila como si NADIE te estuviera viendo.
..


EL ARBOL DE LAS MANZANAS


Hace mucho tiempo existía un enorme árbol de manzanas. Un pequeño niño lo apreciaba mucho y
  todos los días jugaba a su alrededor. Trepaba por
el árbol, y le daba sombra. El niño amaba al árbol y el árbol amaba al niño. Pasó el tiempo y el pequeño niño creció y el nunca más volvió a jugar alrededor del enorme árbol. Un día el muchacho regresó al árbol y escuchó que el árbol le dijo triste: "¿Vienes a jugar conmigo?". Pero el muchacho contestó: "Ya no soy el niño de antes que jugaba alrededor de enormes árboles. Lo que ahora quiero son juguetes y necesito dinero para comprarlos". "Lo siento, dijo el árbol, pero no tengo dinero... pero puedes tomar todas mis manzanas y venderlas. Así obtendrás el dinero para tus juguetes". El muchacho se sintió muy feliz. Tomó todas las manzanas y obtuvo el dinero y el árbol volvió a ser feliz. Pero el muchacho nunca volvió después de obtener el dinero y el árbol volvió a estar triste. Tiempo después, el muchacho regresó y el árbol se puso feliz y le preguntó: "¿Vienes a jugar conmigo?". "No tengo tiempo para jugar. Debo trabajar para mi familia. Necesito una casa para compartir con mi esposa e hijos. ¿Puedes ayudarme?". "Lo siento, no tengo una casa, pero... puedes cortar mis ramas y construir tu casa". El joven cortó todas las ramas del árbol y esto hizo feliz nuevamente al árbol, pero el joven nunca más volvió desde esa vez y el árbol volvió a estar triste y solitario. Cierto día de un cálido verano, el hombre regresó y el árbol estaba encantado. "Vienes a jugar conmigo?", le preguntó el árbol. El hombre contestó: "Estoy triste y volviéndome viejo. Quiero un bote para navegar y descansar. ¿Puedes darme uno?". El árbol contestó: "Usa mi tronco para que puedas construir uno y así puedas navegar y ser feliz". El hombre cortó el tronco y construyó su bote. Luego se fue a navegar por un largo tiempo. Finalmente regresó después de muchos años y el árbol le dijo: "Lo siento mucho, pero ya no tenga nada que darte, ni siquiera manzanas". El hombre replicó: "No tengo dientes para morder, ni fuerza para escalar... ahora ya estoy viejo. Yo no necesito mucho ahora, solo un lugar para descansar. Estoy tan cansado después de tantos años...". Entonces el árbol, con lágrimas en sus ojos, le dijo: "Realmente no puedo darte nada... lo único que me queda son mis raíces muertas, pero las viejas raíces de un árbol son el mejor lugar para recostarse y descansar. Ven, siéntate conmigo y descansa". El hombre se sentó junto al árbol y éste, feliz y contento, sonrió con lágrimas.
Esta puede ser la historia de cada uno de nosotros. El árbol son nuestros padres. Cuando somos niños, los amamos y jugamos con papá y mamá... Cuando crecemos los dejamos... Sólo regresamos a ellos cuando los necesitamos o estamos en problemas... No importa lo que sea, ellos siempre están allí para darnos todo lo que puedan y hacernos felices. Parece que el muchacho es cruel contra el árbol... pero es así como nosotros tratamos a veces a nuestros padres.
 Valoremos  a nuestros padres mientras los tengamos a nuestro lado.

jueves, 28 de agosto de 2014

LA PARADOJA DE NUESTRO TIEMPO


    La paradoja de nuestro tiempo es que tenemos edificios más altos pero temperamentos cortos, autopistas más anchas pero puntos de vista más estrechos. Gastamos más pero tenemos menos, compramos más pero disfrutamos menos, Tenemos casas más grandes pero familias más pequeñas, más compromisos pero menos tiempo, Tenemos más títulos pero menos sentido común, más conocimiento pero menos criterio, más expertos pero más problemas, más medicinas y menos salud. Hemos multiplicado nuestras posesiones, pero hemos reducido nuestros valores. Hablamos mucho, amamos poco, odiamos demasiado. Aprendimos a armar una vida pero no a vivirla plenamente. Hemos llegado a la luna y regresado pero tenemos problemas a la hora de cruzar la calle y conocer a nuestro vecino...Hemos conquistado el espacio exterior pero no el interior, limpiamos el aire pero contaminamos nuestras almas. Tenemos mayores ingresos, pero menos moral, Hemos aumentado la cantidad pero no la calidad, Estos son tiempos de personas más altas con caracteres más débiles, con más libertad pero menos alegría, con más comida pero menos nutrición. Son días en los que llegan dos sueldos a casa pero aumentan los divorcios, son tiempos de casas más lindas pero hogares rotos, un tiempo con demasiado en la vidriera y poco de puertas adentro.
Asi es la paradoja de nuestro tiempos..vos que opinas..? 
es asi o no..?

martes, 26 de agosto de 2014

UN CORAZÓN QUE ESCUCHE


    Hace unos días leí una pequeña historia que hablaba de la importancia, a veces, de estar junto a una persona que sufre algún dolor, solo con el corazón...
    Un médico psicólogo atendía una consulta en un hospital... sus pacientes eran adolescentes... Cierto día le derivaron un joven de 14 años que desde hacía un año no pronunciaba palabra y estaba internado en un orfanato... Cuando era muy pequeño, su padre murió... Vivió con su madre y abuelo hasta hacía un año... a los 13 muere su abuelo, y tres meses después muere su madre en un accidente...
    Solo llegaba al consultorio y se sentaba mirando las paredes....sin hablar... Estaba pálido y nervioso...
    Este médico no podía hacerlo hablar.. comprendió que el dolor del muchacho era tan grande que le impedía expresarse...y él... por más que le dijera algo, tampoco serviría de mucho. Optó por sentarse y observarlo en silencio....acompañando su dolor....
    Después de la segunda consulta, cuando el muchacho se retiraba, el doctor le puso una mano en el hombro: "Ven la semana próxima si gustas....duele, ¿verdad?..." el muchacho lo miró, no se había sobresaltado ni nada... solo lo miró y se fue...
    Cuando volvió a la semana siguiente el doctor lo esperaba con un juego de ajedrez. Así pasaron varios meses...sin hablar....pero el notaba que David ya no parecía nervioso... y su palidez...había desaparecido... Un día, mientras el doctor miraba la cabeza del muchacho quien estudiaba inclinado hacia el tablero, pensaba en lo poco que sabemos del misterio del proceso de curación...
    De pronto....David alzó la vista y lo miró: "Le toca - le dijo"
    Ese día empezó a hablar... hizo amigos en la escuela, ingreso a un equipo de ciclismo... Y comenzó una nueva vida... su vida.
    Posiblemente el medico le dio algo... pero también aprendió mucho de él... Aprendió que el tiempo hace posible lo que parece dolorosamente insuperable. Aprendió a estar presente cuando alguien nos necesita... a comunicarnos sin palabras. Basta un abrazo, un hombro para llorar, una caricia... un corazón que escuche.

TRANSFORMACION

                          

      El precio de una barra de acero es cinco dolares.

 Cuando se transforma en herraduras, vale diez dolares. 
Si se transforma en agujas, vale trescientos cincuenta dolares, en hojas de cuchillos su precio asciende a treinta y dos mil dolares. 
Si con ello se hacen cuerdas para relojes, su precio se calcula en dos ciento cincuenta mil dolares.

 ¡ Que de golpes tan terribles tiene que sobrellevar dicha barra para llegar a valer esto ! Pero cuanto mas manipulada ha sido, cuantos mas martillazos ha recibido y ha sido pasada por el fuego, golpeada, machacada y pulimentada, su valor es mayor.
¡Ojala que esta parabola nos ayude a guardar silencio, a permanecer quietos y a soportar el sufrimiento! 

Los que mas sufren, son capaces y pueden producir mas; y el sufrimiento es el medio que Dios esta utilizando para sacar cuanto puede de nosotros, para Su gloria y la bendicion de otros.
La vida es muy misteriosa. Verdaderamente seria inexplicable, a no ser que creyesemos que Dios nos esta preparando para escenas y ministerios que se encuentran mas alla del mundo que vemos, en el mundo eterno donde espiritus grandemente templados seran requeridos para servicios especiales.

viernes, 22 de agosto de 2014

¿DÓNDE SE ESCONDE LA FELICIDAD?


Un poco antes de que la humanidad existiera, se reunieron varios duendes para hacer una travesura.
Uno de ellos dijo: “Debemos quitarles algo, pero, ¿Qué les quitamos?”

Después de mucho pensar uno dijo: “¡Ya sé!, vamos a quitarles la FELICIDAD, pero el problema va a ser dónde esconderla para que no la puedan encontrar.

Propuso el primero: “Vamos a esconderla en la cima del monte más altodel mundo”.

A lo que inmediatamente repuso otro: “No recuerda que tienen fuerza, alguna vez alguien puede subir y
encontrarla, y si la encuentra uno, ya todos sabrán donde está.”

Luego propuso otro: “Entonces vamos a esconderla en el fondo del mar”. Y otro contestó: “No, recuerda que tienen curiosidad, alguna vez alguien construirá algún aparato para poder bajar y entonces la encontrará”.

Uno más dijo: “Escondámosla en un planeta lejano a la tierra”.
Y le dijeron: “No recuerda que tienen inteligencia, y un día alguien va a construir una nave en la que pueda viajar a otros planetas y la va a
descubrir, y entonces todos tendrán felicidad”.

El último de ellos era un duende que había permanecido en silencio escuchando atentamente cada una de las propuestas de los demás duendes. Analizó cada una de ellas y entonces dijo: “Creo saber dónde ponerla para que realmente nunca la encuentren”.
Todos voltearon asombrados y preguntaron al unísono: “¿Dónde?”.
El duende respondió: “La esconderemos dentro de ellos mismos, así estarán tan ocupados buscándola fuera, que nunca la encontrarán”.

Todos estuvieron de acuerdo y desde entonces ha sido así: el hombre se pasa la vida buscando la felicidad sin saber que la trae consigo.


jueves, 21 de agosto de 2014

LA RATONERA El Problema…



 Un ratón, mirando por un agujero en la pared, ve a un granjero y su esposa abriendo un paquete.

Sintió emoción pensando que era lo que contenía.

Quedó aterrorizado cuando descubrió que era una ratonera!!!

Fue corriendo al patio de la Granja a advertir a todos:

“Hay una ratonera en la casa, una ratonera en la casa!!!”

La gallina, que estaba cacareando y escarbando, levanto la cabeza y dijo:
“Discúlpeme Sr. Ratón, yo entiendo que es un gran problema para usted, más no me perjudica en nada, no me incomoda”.

El ratón fue hasta el cordero y le dice:
“Hay una ratonera en la casa, una ratonera!!!” …
Discúlpeme Sr. Ratón, más no hay nada que yo pueda hacer, solamente pedir por usted. Quédese tranquilo que será recordado en mis oraciones.”

El ratón se dirigió entonces a la vaca, y la vaca le dijo:
“Pero acaso, yo estoy en peligro? pienso que no…. es más… Estoy segura que no”.

Entonces el ratón volvió a la casa preocupado y abatido para encarar a la ratonera del granjero.

Aquella noche se oyó un gran barullo, como el de una ratonera atrapando a su víctima.
La mujer del granjero corrió para ver lo que había atrapado.
En la oscuridad, ella no vio que la ratonera atrapó la cola de una cobra venenosa. La cobra mordió a la mujer.

El granjero la llevó inmediatamente al hospital. Ella volvió con fiebre.

Todo el mundo sabe que para alimentar alguien con fiebre, nada mejor que una sopa.

El granjero agarró su hacha y fue a buscar el ingrediente principal:
LA GALLINA.

Como la enfermedad de la mujer continuaba, los amigos y vecinos fueron a visitarla.





Para alimentarlos, el granjero mató AL CORDERO.

Mas la mujer no mejoró y acabó muriendo.

Y el granjero entonces vendió LA VACA al matadero para cubrir los gastos del funeral.

Así que:
La próxima vez que escuches que alguien tiene un problema y creas que como no es tuyo, no le debes prestar atención…

Piénsalo dos veces.

“El que no vive para servir, no sirve para vivir”

“Todos tomamos distintos caminos en la vida, pero no importa a dónde vayamos, tomamos un poco de cada quien.” 


Que opinas con este cuento..?

sábado, 16 de agosto de 2014

EL BRILLO DEL SOL


- Durante seis años busqué la iluminación - dijo el discípulo -. Siento que estoy cerca y quiero saber cómo he de dar el siguiente paso. Un hombre que sabe buscar a Dios, sabe también cuidar de sí mismo.
- ¿Cómo te mantienes? - preguntó el maestro.
- Ése es un detalle sin importancia. Mis padres son ricos y me ayudan en mi búsqueda espiritual. Gracias a ello puedo dedicarme por entero a las cosas sagradas.
-Muy bien - dijo el maestro - entonces te explicaré el siguiente paso: mira al sol durante medio minuto.
El discípulo obedeció. A continuación, el maestro le pidió que describiese el paisaje a su alrededor
- No puedo hacerlo. El brillo del sol me ha deslumbrado.
- Un hombre que mantiene los ojos fijos en el sol, termina ciego. Un hombre que sólo busca la Luz y deja sus responsabilidades en manos de los demás, jamás encontrará lo que busca - comentó el maestro.
 
 

LA SOPA DE PIEDRA

Un monje estaba haciendo la colecta por una región en la que las gentes tenían fama de ser muy tacañas. Llegó a casa de unos campesinos, pero allí no le quisieron dar nada. Así que como era la hora de comer y el monje estaba bastante hambriento dijo:
-Pues me voy a hacer una sopa de piedra riquísima.

Ni corto ni perezoso cogió una piedra del suelo, la limpió y la miró muy bien para comprobar que era la adecuada, la piedra idónea para hacer una sopa. Los campesinos comenzaron a reírse del monje. Decían que estaba loco, que vaya chaladura más gorda. Sin embargo, el monje les dijo:



-¡Cómo! ¿No me digan que no han comido nunca una sopa de piedra? ¡Pero si es un plato exquisito!

-¡Eso habría que verlo, viejo loco! –dijeron los campesinos.

Precisamente esto último es lo que esperaba oír el astuto monje. Enseguida lavó la piedra con mucho cuidado en la fuente que había delante de la casa y dijo:

-¿Me pueden prestar un caldero? Así podré demostrarles que la sopa de piedra es una comida exquisita.

Los campesinos se reían del fraile, pero le dieron el puchero para ver hasta dónde llegaba su chaladura. El monje llenó el caldero de agua y les preguntó:


-¿Les importaría dejarme entrar en su casa para poner la olla al fuego?

Los campesinos lo invitaron a entrar y le enseñaron dónde estaba la cocina.

-¡Ay, qué lástima! –dijo el fraile-. Si tuviera un poco de carne de vaca la sopa estaría todavía más rica.

La madre de la familia le dio un trozo de carne ante la rechifla de toda su familia. El viejo la echó en la olla y removió el agua con la carne y la piedra. Al cabo de un ratito probó el caldo:

-Está un poco sosa. Le hace falta sal.

Los campesinos le dieron sal. La añadió al agua, probó otra vez la sopa y comentó:

-Desde luego, si tuviéramos un poco de berza los ángeles se chuparían los dedos con esta sopa.


 El padre, burlándose del monje, le dijo que esperase un momento, que enseguidita le traía un repollo de la huerta y que para que los ángeles no protestaran por una sopa de piedra tan sosa le traería también una patata y un poco de apio.

-Desde luego que eso mejoraría mi sopa muchísimo -le contestó el monje.

Después de que el campesino le trajera las verduras, el viejo las lavó, troceó y echó dentro del caldero en el que el agua hervía ya a borbotones.

-Un poquito de chorizo y tendré una sopa de piedra digna de un rey.

-Pues toma ya el chorizo, mendigo loco.


Lo echó dentro de la olla y dejó hervir durante un ratito, al cabo del cual sacó de su zurrón un pedacillo de pan que le quedaba del desayuno, se sentó en la mesa de la cocina y se puso a comer la sopa. La familia de campesinos lo miraba, y el fraile comía la carne y las verduras, rebañaba, mojaba su pan en el caldo y al final se lo bebía. No dejó en la olla ni gota de sopa. Bueno. Dejó la piedra. O eso creían los campesinos, porque cuando terminó de comer cogió el pedrusco, lo limpió con agua, secó con un paño de la cocina y se lo guardó en la bolsa.

-Hermano, -le dijo la campesina- ¿para que te guardas la piedra?

-Pues por si tengo que volver a usarla otro día. ¡Dios los guarde, familia!

  
 

jueves, 7 de agosto de 2014

RECETA DE AMOR, UN CUENTO POR APRENDER



Muchas personas viven buscando el amor ideal que las lleve hasta la luna y los traiga de vuelta, pero en verdad crees que esto es posible. En ocasiones descuidamos nuestra imagen personal terminando relacionados con personas que realmente no nos interesan o bien nos desvivimos por ser lo que los demás esperan de uno mismo.

¿Qué debemos Hacer?

Y es que en verdad necesitamos autoestima para poder transmitir un mensaje positivo a las demás personas. Tenemos que aprender que la soledad no es el enemigo a vencer e inclusive en ocasiones necesitamos de tiempo a solas para poder conocernos a nosotros mismos y saber quiénes somos en realidad, fuera de las máscaras que le ponemos a la sociedad, ya que no podemos mentirnos a nosotros mismos.

Una parte fundamental es hacer lo que nosotros queremos y ser uno mismo, esto último es fundamental ya que ¿a quién queremos engañar?, si una persona se acerca a nuestro lado debe ser por el simple hecho de que nos quiere tal y como somos, y no por lo que le gustaría o quiere que seamos. Tenemos que aceptarnos tal cual somos.

¿Cuándo Llegará el Amor?

Si eres fiel a ti mismo y demuestras que en realidad te estimas y quieres como eres, esa seguridad que sale de tu persona, será tu mayor atractivo y en definitiva lograrás tal vez sin darte cuenta atraer a una persona a tu lado, un desconocido o alguien no tan desconocido.

Al fin y al cabo que importa si las personas vienen y van, es mejor vivir tranquilo con uno mismo que intentar impresionar a los demás, si quieres vivir atado por los prejuicios y etiquetas que otras personas se encarguen de ponerte, entonces jamás serás feliz, piensa por ti mismo, no complazcas a nadie más que a ti que eres la persona más importante de tú mundo, el protagonista de tu obra principal.

COSECHARAS LO QUE SIEMBRAS

Historia Real... Uno Cosecha lo que siembra ... Una mañana una mujer bien vestida se paró frente a un hombre desamparado, quien lentamente levantó la vista... y miro claramente a la mujer que parecía acostumbrada a las cosas buenas de la vida. Su abrigo era nuevo. Parecía que nunca se había perdido de una comida en su vida. Su primer pensamiento fue: “Solo se quiere burlar de mi, como tantos otros lo habían hecho ..

"Por Favor Déjeme en paz !! gruñó el Indigente... Para su sorpresa, la mujer siguió enfrente de el. Ella sonreía, sus dientes blancos mostraban destellos deslumbrantes.
"¿Tienes hambre?" preguntó ella. "No", contestó sarcásticamente. "Acabo de llegar de cenar con el presidente ... Ahora vete."
La sonrisa de la mujer se hizo aún más Grande.
De pronto el hombre sintió una mano suave bajo el brazo. "¿Qué hace usted, señora?" -preguntó el hombre enojado.
“Le digo que me deje en paz” !!  


Justo en ese momento un policía se acercó. "¿Hay algún problema, señora?" -le preguntó el oficial ..
"No hay problema aquí, oficial, contestó la mujer .. "Sólo estoy tratando de ayudarle para que se ponga de pie ...
¿Me ayudaría? El oficial se rascó la cabeza. "Si, el Viejo Juan, Ha sido un estorbo por aquí por los últimos años.
¿Qué quiere usted con él?" Pregunto el oficial ...
"Ve la cafetería de allí?" -preguntó ella. "Yo voy a darle algo de comer y sacarlo del frío por un ratito."
"¿Está loca, señora?" el pobre desamparado se resistió. "Yo no quiero ir ahí! Entonces sintió dos fuertes manos agarrandolo
De los brazos y lo levantaron.
"Déjame ir oficial, Yo no hice nada .."

"Vamos Viejo, esta es una Buena oportunidad para ti," el oficial le susurro al oido ."
Finalmente, y con cierta dificultad, la mujer y el agente de policía llevaron al Viejo Juan a la cafetería y lo sentaron en una mesa en un Rincón de la cafetería. Era casi mediodía , la mayoría de la gente ya había almorzado y el grupo para la comida aún no había llegado ...
El gerente de la cafeteria se acercó y les pregunto. "¿Qué está pasando aquí, oficial?" "¿Qué es todo esto?
Y este hombre esta en problemas?"
"Esta señora lo trajo aquí para que coma algo," respondió el policía.

"Oh no, Aquí no !" el gerente respondió airadamente. "Tener una persona como este aquí es malo para mi negocio !!! 

 El Viejo Juan esbozó una sonrisa con sus pocos dientes. "Señora, se lo dije. Ahora, si van a dejarme ir ?. Yo no quería venir aquí desde un principio."
La mujer se dirigió al gerente de la cafetería y sonrió .. "Señor, ¿está usted familiarizado con Hernandez y Asociados ??,

la firma bancaria que esta a dos calles ?"
"Por supuesto que los conozco", respondió el administrador con impaciencia. "Ellos tienen sus reuniones semanales en una de mis salas de banquetes."


"¿Y se gana una buena cantidad de dinero con el suministro de alimentos en estas reuniones semanales?"
PREGUNTO La Señora ...
"¿Y eso que le importa a usted?

Yo, señor, soy Penélope Hernandez, presidente y dueña de la compañía ". “Oh Perdon !! dijo el gerente ...

La mujer sonrió de nuevo .. "Pensé que esto podría hacer una diferencia en su trato."
Le dijo al policía, que fuertemente trataba de contener una carcajada. "¿Le gustaría tomar con nosotros una taza de café o tal vez una comida, oficial?" "No, gracias, señora", replicó el oficial. "Estoy en servicio".
"Entonces, quizá, una taza de café para llevar ?"
"Sí, señora. Eso estaria mejor".
El gerente de la cafetería giró sobre sus talones como recibiendo una orden. –
“Voy a traer el café para usted de inmediato señor oficial " 

  El oficial lo vio alejarse. Y opino :"Ciertamente lo ha puesto en su lugar", dijo.
"Esa no fue mi intención “ dijo la señora ... Lo crea o no, tengo una buena razón para todo esto".

Se sentó a la mesa frente a su invitado a cenar. Ella lo miró fijamente...
"Juan ¿te acuerdas de mí?"
El viejo Juan miro su rostro, el rostro de ella, con los ojos lagañosos "Creo que sí - Digo , se me hace familiar".

"Mira Juan , quiza estoy un poco mas grande , pero mirame bien", dijo la Señora .. "Tal vez me veo mas llenita ahora ... pero cuando tu trabajabas aqui hace muchos años vine aqui una vez, y por esa misma puerta, muerta de hambre y frio."
Algunas lágrimas posaron sobre sus mejillas ..
 

  "¿Señora?" dijo el Oficial, No podía creer lo que estaba presenciando, ni siquiera pensar que la mujer podría llegar a tener hambre.
"Yo acababa de graduarme de la Universidad en mi pueblo", la mujer comentó. "Yo había llegado a la ciudad en busca de un trabajo, pero no pude encontrar nada. Con la voz quebrantada la mujer continuaba: Pero cuando me quedaban mis últimos centavos y me habían corrido de mi apartamento. Caminaba por las calles, y era en febrero y Hacía frío y casi muerta de hambre. vi este lugar y entre con una poca posibilidad de que podría conseguir algo de comer. " Con lágrimas en sus ojos la mujer siguió platicando ... 

 Juan me recibio con una sonrisa. "Ahora me acuerdo", dijo Juan. "Yo estaba detrás del mostrador de servicio. Se acercó y me preguntó si podría trabajar por algo de comer”. “ Me dijiste que estaba en contra de la política de la empresa".
Continuó la mujer.. -Entonces, tu me hiciste el sándwich de carne mas grande que había visto nunca... me diste una taza de café, y me fui a un rincón a disfrutar de mi comida. Tenía miedo de que te metieras en problemas. Luego, cuando miré y te vi a poner el precio de la comida en la caja registradora, supe entonces que todo iba a estar bien ". 

 Hubo lágrimas en los ojos del anciano. "¿Cómo voy a agradecer? , preguntó.
"No me des las gracias", respondió la mujer. "A Dios dale la gloria. El me trajo a ti."

Fuera de la cafetería, el oficial y la mujer se detuvieron y antes de irse por su lado .. "Gracias por toda su ayuda, oficial."
Dijo La Sra. Hernandez.”
“Al contrario, dijo el oficial,", "Gracias. Vi un milagro hoy, algo que nunca voy a olvidar. Y ... Y gracias por el café. ".....
Que Dios te bendiga siempre y no te olvides que cuando tiramos el pan sobre las aguas, nunca sabes cuando será devuelto a ti .. Dios es tan grande que puede cubrir todo el mundo con su amor y a la vez tan pequeño para entrar en tu corazón.

Cuando Dios te lleva al borde del acantilado, confia en él plenamente y dejate llevar.
Sólo 1 de 2 cosas va a suceder, o él te sostiene cuando tu te caes, o te va a enseñar a volar!

El poder de una frase! Dios va a cambiar las cosas hoy y pondra todo a tu favor.

Dios cierra puertas que ningún hombre puede abrir y Dios abre puertas que ningun hombre puede cerrar .. Si tu necesitas que Dios abra alguna puerta para ti ... Comparte este mensaje.

Y recuerda ser una bendición para otros
Dios ha visto tus luchas, y dice que estan llegando a su fin, una bendicion está viniendo en tu dirección.

  

lunes, 4 de agosto de 2014

REGLAS PARA SER HUMANOS


1) Recibirás un cuerpo. Puede gustarte o no, pero será tuyo durante todo el tiempo que estés aquí.

2) Aprenderás lecciones. Estas inscrito en una escuela informal de tiempo completo llamada vida. En esta escuela cada día tendrás la oportunidad de aprender clases. Es posible que las lecciones te gusten o que te parezcan irrelevantes y tontas.

3) No hay errores, sólo lecciones. El crecimiento es un proceso de prueba y error: es una experimentación. Los experimentos fallidos forman parte del proceso en igual medida que el experimento que funciona bien.

4) Las lecciones no tienen fin. No hay nada en la vida que no contenga sus lecciones. Si estás vivo, siempre tendrás algo para aprender.

5) "Allí" no es mejor que "Aquí". Cuando tu "Allí" se convierte en un "Aquí" simplemente tendrás otro "Allí" que de nuevo parecerá mejor.

6) Los otros no son más que tus espejos. No puedes amar u odiar algo en otra persona, a menos que refleje algo que amas u odias en ti mismo.

7) Lo que haces de tu vida depende de ti. Tienes todas las herramientas y los recursos que necesitas. Lo que hagas con ellos depende de ti. La decisión es tuya.

8) Tus respuestas están dentro de ti. Las respuestas a las interrogantes de la vida están en tu interior. Todo lo que debes hacer es mirar, escuchar y confiar.

9) Olvidarás todo esto...
...Pero siempre que quieras, podrás recordarlo.


domingo, 3 de agosto de 2014

LA ROSA Y EL SAPO



Había una vez una rosa roja muy bella, se sentía de maravilla al saber que era la rosa mas
bella del jardín. Sin embargo, se daba cuenta de que la gente la veía de lejos. Se dio cuenta
de que al lado de ella siempre había un sapo grande y oscuro, y que era por eso que nadie
se acercaba a verla de cerca. Indignada ante lo descubierto le ordena al sapo que se fuera
de inmediato; el sapo muy obediente dijo: Esta bien, si así lo quieres. Poco tiempo después
el sapo pasa por donde estaba la rosa y se sorprendió al ver la rosa totalmente marchita,
sin hojas y sin pétalos. Le dijo entonces:
Vaya que te ves mal. ¿Que te pasa?
La rosa contesta:
Es que desde que te fuiste las hormigas me han comido día a día, y nunca pude volver a ser
igual.
El sapo solo contesta
Pues claro, cuando yo estaba aquí me comía a esas hormigas y por eso siempre eras la más
bella del jardín. Moraleja: Muchas veces despreciamos a los demás por creer que somos más que ellos, más bellos o
simplemente que no nos "sirven" para nada. Dios no hace a nadie para que sobre en este
mundo, todos tenemos algo que aprender de los demás o algo que enseñar, y nadie debe
despreciar a nadie. No vaya a ser que esa persona nos haga un bien del cual ni siquiera
estemos conscientes.

sábado, 2 de agosto de 2014

LA PACIENCIA ES AMARGA



En los tiempos de las grandes haciendas ganaderas, se ataba a veces un pequeño burro a un caballo salvaje.

Ambos eran entonces soltados juntos hacia el desierto. Corcoveando furiosamente, el caballo salvaje tiroteaba y sacudía al pequeño burro, arrastrándolo como una bolsa de patatas.

Sin embargo, ambos regresaban algunos días después. Primero aparecía el pequeño burro, trotando de regreso hacia la hacienda, con el sumiso corcel a rastras.

En algún lugar del desierto, el caballo quedó exhausto al tratar de liberarse del burro. En ese momento, el burro se convirtió en el amo de los dos. El lento, paciente e insignificante animal se convirtió en el líder del otro más rápido, más veleidoso y más apreciado.

Las personas pacientes, comprometidas, metódicas y trabajadoras pueden encontrarse en la cometida de aquellos que son más revoltosos en su trabajo. Pero al final, ellos tienden a lograr más, ascender más alto, y ganar mayor respeto de sus colegas y de aquellos que trabajan a sus órdenes.

Elija hoy ser paciente y calladamente decidido, y el mañana lo recompensará.

La paciencia es amarga, pero su fruto es dulce.

viernes, 1 de agosto de 2014

EL ANILLO DEL REY



Hubo una vez un rey que le dijo a los sabios de la corte:

- Me estoy fabricando un precioso anillo. He conseguido uno de los mejores diamantes posibles. Quiero guardar oculto dentro del anillo algún mensaje que pueda ayudarme en momentos de desesperación total, y que ayude a mis herederos, y a los herederos de mis herederos, para siempre. Tiene que ser un mensaje pequeño, de manera que quepa debajo del diamante.

Todos quienes escucharon eran sabios, grandes eruditos; podrían haber escrito grandes tratados, pero darle un mensaje de no más de dos o tres palabras que le pudieran ayudar en momentos de desesperación total, les parecía una tarea casi imposible... Buscaron en sus libros, pero no podían encontrar nada.

El rey tenía un anciano sirviente que también había sido sirviente de su padre. La madre del rey murió pronto y este sirviente cuidó de él, por tanto, lo trataba como si fuera de la familia. El rey sentía un inmenso respeto por el anciano, de modo que también lo consultó. Y éste le dijo:

-No soy un sabio, ni un erudito, ni un académico, pero conozco el mensaje. Durante mi larga vida en palacio, me he encontrado con todo tipo de gente, y en una ocasión me encontré con un místico. Era invitado de tu padre y yo estuve a su servicio.Cuando se iba, como gesto de agradecimiento, me dio este mensaje- el anciano lo escribió en un diminuto papel, lo dobló y se lo dio al rey-. Pero no lo leas-le dijo- mantenlo escondido en el anillo. Ábrelo sólo cuando todo lo demás haya fracasado, cuando no encuentres salida a la situación-

Ese momento no tardó en llegar. El país fue invadido y el rey perdió el reino.Estaba huyendo en su caballo para salvar la vida y sus enemigos lo perseguían.Estaba solo y los perseguidores eran numerosos. Llegó a un lugar donde el camino se acababa, no había salida: enfrente había un precipicio y un profundo valle; caer por él sería el fin. Y no podía volver porque el enemigo le cerraba el camino. Ya podía escuchar el trotar de los caballos. No podía seguir hacia delante y no había ningún otro camino...

De repente, se acordó del anillo. Lo abrió, sacó el papel y allí encontró un pequeño mensaje tremendamente valioso: Simplemente decía "ESTO TAMBIÉN PASARÁ". Mientras leía "esto también pasará" sintió que se cernía sobre él un gran silencio.Los enemigos que le perseguían debían haberse perdido en el bosque, o debían haberse equivocado de camino, pero lo cierto es que poco a poco dejó de escuchar el trote de los caballos.

El rey se sentía profundamente agradecido al sirviente y al místico desconocido.Aquellas palabras habían resultado milagrosas. Dobló el papel, volvió a ponerlo en el anillo, reunió a sus ejércitos y reconquistó el reino. Y el día que entraba de nuevo victorioso en la capital hubo una gran celebración con música, bailes...y él se sentía muy orgulloso de sí mismo.

El anciano estaba a su lado en el carro y le dijo:

-Este momento también es adecuado: vuelve a mirar el mensaje.

-¿Qué quieres decir? -preguntó el rey-. Ahora estoy victorioso, la gente celebra mi vuelta, no estoy desesperado, no me encuentro en una situación sin salida.

-Escucha -dijo el anciano-: este mensaje no es sólo para situaciones desesperadas;también es para situaciones placenteras. No es sólo para cuando estás derrotado;también es para cuando te sientes victorioso. No es sólo para cuando eres el último; también es para cuando eres el primero.

El rey abrió el anillo y leyó el mensaje: "Esto también pasará", y nuevamente sintió la misma paz, el mismo silencio, en medio de la muchedumbre que celebraba y bailaba, pero el orgullo, el ego, había desaparecido. El rey pudo terminar de comprender el mensaje. Se había iluminado. Entonces el anciano le dijo:



-Recuerda que todo pasa. Ninguna cosa ni ninguna emoción son permanentes.

UNA DULCE LECCIÓN DE PACIENCIA.



Cuentan que un taxista de Nueva York llegó a la dirección y tocó el claxon. Después de esperar unos minutos volvió a tocar el claxon. Como esa iba a ser la última carrera de su turno, pensó en marcharse, pero en su lugar, estacionó el automóvil y caminó hacia la puerta y llamó... "Un minuto", respondió una frágil voz de anciana. El taxista oyó algo que se arrastraba a través de la puerta.

Después de una larga pausa, la puerta se abrió. Una pequeña mujer de unos 90 años estaba de pie ante el taxista. Llevaba un vestido estampado y un sombrero con un pequeño velo, como alguien sacado de las películas de los años 40.

A su lado había una pequeña maleta de nylon. El apartamento parecía que no había sido habitado durante años. Los muebles estaban cubiertos con sábanas.

No había relojes en las paredes, ningún chisme ni utensilio en los mostradores. En el rincón había una caja de cartón llena de fotos y cristalería.

"¿Sería tan amable de llevarme la maleta al coche?", dijo. El taxista llevó la maleta al taxi y regresó para ayudar a la anciana.

Ella se agarró a su brazo y lentamente caminaron hacia la acera.

La anciana no paraba de agradecer la amabilidad del taxista. "No es nada", le dijo "Solo intento tratar a mis clientes del modo en que me gustaría que trataran a mi madre".

"Oh, usted es un buen muchacho", dijo ella. Cuando se metieron en el taxi, ella le dio una dirección y entonces le preguntó al taxista: "¿Le importaría llevarme por el centro?"

"No es el camino más corto", respondió rápidamente el taxista.

"Oh, no me importa", dijo ella, "No tengo ninguna prisa. Voy de camino a un hospicio".

El taxista miró por el retrovisor. Los ojos de la anciana brillaban. "No me queda familia ninguna", prosiguió con una suave voz. "El médico dice que no me queda mucho tiempo." El taxista extendió el brazo lentamente y paró el taxímetro.

"¿Qué ruta quiere que tome?", preguntó.

Durante las siguientes dos horas, dieron vueltas por la ciudad. Ella le enseñó al taxista el edificio donde años atrás había trabajado de ascensorista.

Pasaron por el barrio donde ella y su esposo había vivido de recién casados. La anciana le hizo parar frente a un almacén de muebles que una vez había sido un salón de baile en el que ella había bailado de niña.

Algunas veces, la anciana le pedía que aminorara la marcha enfrente de algún edificio o esquina en concreto y se sentaba mirando fijamente en la oscuridad sin decir nada.

Cuando el primer esbozo de los rayos de sol aparecían por el horizonte, ella dijo de repente: "Estoy cansada. Vámonos ya".

El taxista condujo en silencio hacia la dirección que ella le había dado. Era una edificio bajo, como un pequeño sanatorio, con una camino de entrada que pasaba por debajo de un pórtico.

Dos camilleros salieron tan pronto como paramos. Eran solícitos y resueltos, observando cada movimiento de ella. Debían de haber estado esperándola.

El taxista abrió el maletero y llevó la maletita hasta la puerta. La mujer ya estaba sentada en una silla de ruedas.

"¿Qué le debo?", preguntó buscando en el monedero.

"Nada", dijo el taxista.

"Por favor, tiene que ganarse la vida", respondió ella.

"Hay más clientes", respondió el taxista.

Casi sin pensar, el taxista se inclinó y le dio un abrazo. Ella se abrazó a el fuertemente.

"Usted ha dado a una vieja un pequeño momento de alegría", dijo ella. "Gracias".

El taxista caminó hacia la tenue luz de la mañana... Detrás de él se cerró una puerta. Fue el sonido del cierre de una vida.

El taxista no recogió ningún cliente más en aquel turno. Condujo sin dirección alguna sumido en sus pensamientos. Durante el resto de aquel día, apenas pudo hablar. ¿Qué hubiera ocurrido si a aquella señora le hubiese tocado un taxista furioso o impaciente por terminar el turno? ¿Qué hubiera ocurrido si él se hubiera negado a hacer la carrera o si solo hubiese tocado el claxon una vez y se hubiera marchado?

Entonces pensó que no había hecho nada más importante que aquello en su vida.

Estamos condicionados a pensar que nuestras vidas giran alrededor de grandes momentos.

Pero los grandes momentos muchas veces nos pillan desprevenidos y por sorpresa, envueltos maravillosamente en lo que otras personas considerarían un momento sin importancia