domingo, 30 de marzo de 2014

Al pasar los Años

A los 5 años, aprendí que a los pececitos dorados no les gustaba la gelatina...

A los 9, aprendí que mi profesora sólo me preguntaba cuando yo no sabía la respuesta.

A los 10, aprendí que era posible estar enamorado de cuatro chicas al mismo tiempo.

A los 12, aprendí que si tenía problemas en la escuela, los tenía más grandes en mi casa.

A los 13, aprendí que cuando mi cuarto estaba como más me gustaba, mi madre me mandaba a ordenarlo.

A los 15, aprendí que no debía descargar mis frustraciones en mi hermano menor, porque mi padre tenía frustraciones mayores... y la mano más pesada.

A los 20, aprendí que los grandes problemas siempre empiezan siendo pequeños.

A los 26, aprendí que nunca debía elogiar la comida de mi madre cuando estaba comiendo algo preparado por mi mujer.

A los 27, aprendí que el titulo obtenido no era la meta soñada.

A los 28, aprendí que se puede decidir, en un instante, algo que te puede provocar un dolor de cabeza para toda la vida.

A los 32, aprendí que cuando mi mujer y yo teníamos una noche sin chicos, pasábamos la mayor parte del tiempo hablando de ellos.

A los 33, aprendí que las mujeres se sorprenden cuando reciben flores, y no es su cumpleaños.

A los 34, aprendí que no se cometen muchos errores con la boca cerrada.

A los 38, aprendí que siempre que estoy viajando, quisiera estar en casa y algunas veces cuando estoy en casa me gustaría estar de viaje.

A los 40, aprendí que si estás llevando una vida sin fracasos, no estás corriendo los suficientes riesgos.

Luego, con el pasar de los años aprendí...

Que puedes hacer que alguien disfrute el día con sólo regalarle una sonrisa.

Que niños y abuelos son cómplices naturales.

Que los amigos son tesoros invalorables.

Que es razonable disfrutar del éxito, pero es mejor no confiar demasiado en él.

Que no puedo cambiar lo que pasó, pero hacer que no se repita.

Que la mayoría de las cosas por las cuales me he preocupado toda la vida, muchas veces no suceden.

Que si esperas a jubilarte para disfrutar de la vida, esperarás demasiado tiempo, es mejor disfrutar todos los días.

Que nunca se debe ir a la cama sin resolver una pelea.

Que si las cosas van mal, no necesariamente tengo que ir con ellas.

Aprendí que envejecer es importante.

Aprendí que amé menos de lo que hubiera querido y me privé de dar todo lo que debía.

Y hoy... me doy cuenta que he aprendido bastante más de lo que creía, y que tengo la oportunidad de seguir aprendiendo. Aportando y no reclamando nada a cambio.

“Dios te regala la vida, depende de ti aprovecharla, disfrutarla y darle el sentido por el cual te la dio”

Mi querida hija ...


Mi querida hija ...
el día que me veas vieja, te pido por favor que tengas paciencia, pero sobre todo trata de entenderme mi querida hija...
Si cuando hablo contigo, repito lo mismo mil veces, no me interrumpas para decirme “eso ya me lo contaste”, solamente escúchame por favor...
Y recuerda los tiempos en que tú eras niña y yo te leía la misma historia, noche tras noche hasta que te quedabas dormida...
Cuando no me quiera bañar, no me regañes y por favor no trates de avergonzarme, solamente recuerda las veces que yo tuve que perseguirte con miles de excusas para que te bañaras cuando eras niña...
Cuando veas mi ignorancia ante la nueva tecnología, dame el tiempo necesario para aprender, y por favor no hagas esos ojos ni esas caras de desesperada...
Recuerda mi querida, que yo te enseñé a hacer muchas cosas como comer apropiadamente... vestirte y peinarte por ti misma y como confrontar y lidiar con la vida...
El día que notes que me estoy volviendo vieja, por favor mi querida hija, ten paciencia conmigo y sobre todo trata de entenderme...
Si ocasionalmente pierdo la memoria o el hilo de la conversación, dame el tiempo necesario para recordar... y si no puedo, no te pongas nerviosa, impaciente o arrogante... Solamente ten presente en tu corazón que lo más importante para mí es estar contigo y que me escuches...
Y cuando mis cansadas y viejas piernas, no me dejen caminar como antes, dame tu mano, de la misma manera que yo te las ofrecí cuando diste tus primero pasos...
Cuando estos días vengan, no te debes sentir triste o incompetente de verme así, sólo te pido que estés conmigo, que trates de entenderme y ayudarme mientras llego al final de mi vida con amor...
Y con gran cariño por el regalo de tiempo y vida, que tuvimos la dicha de compartir juntas, te lo agradeceré...
Con una enorme sonrisa y con el inmenso amor que siempre te he tenido, sólo quiero decirte que te amo, mi querida hija...

Tu mamá.

Aborto


El padre es asmático, la madre tuberculosa. Tienen cuatro hijos, el primero es ciego, el segundo es sordo, el tercero murió y el cuarto tiene tuberculosis. La madre está embarazada de nuevo.
¿Recomendarías el aborto en esta situación?
Si tu decisión es afirmativa, hubieras evitado que el mundo conociera a Ludwig Van Beethoven.
Un hombre blanco viola a una niña negra de 13 años y ésta queda
embarazada. Si fueras el padre de esta joven.
¿Le recomendarías el aborto?
Si tu decisión es afirmativa, jamás hubiera nacido Ethel Walters, una de las cantantes negras más famosas de toda la historia.
Un predicador y su esposa con graves problemas económicos (son realmente pobres) ya tienen 14 hijos. Considerando su extrema pobreza.
¿Recomendarías que la esposa abortara su decimoquinto hijo?
Si tu decisión es afirmativa, el mundo no hubiera podido escuchar a John Wesley, uno de los predicadores más grandes de todos los tiempos.
Una joven está embarazada; no está casada y su prometido no es el papá del niño que está esperando.
¿Le recomendarías que abortara?
Si tu decisión es afirmativa, hubieras impedido que María trajera al mundo el regalo más precioso de toda la humanidad: «JESÚS»

«Las leyes de los hombres te amparan, puedes ir a un hospital a practicarte un aborto, es muy simple y además nadie te va a preguntar nada, quizás ni tu nombre. Pero considera: Dios sabe perfectamente que llevas vida dentro de tu vientre. No mates a quien puede ser un regalo para toda la humanidad»

sábado, 29 de marzo de 2014

10 SECRETOS DE LA FELICIDAD

1.- La Actitud

La Felicidad es una elección que puedo hacer en cualquier momento y en cualquier lugar. Mis pensamientos son los que me hacen sentir feliz o desgraciado, no mis circunstancias. Sé capaz de cambiarte a ti mismo, y el mundo cambiará contigo.
Recuerda que lo único que puedes controlar en el mundo son tus pensamientos...

2.- El Cuerpo

Mis sentimientos son influenciados por mi postura. Una postura adecuada genera una disposición feliz.
Es importante también que hagas ejercicio, éste nos libera del estrés y genera la secreción de endorfinas, que hacen que nos sintamos bien. Mira siempre hacia arriba y solo podrás reír, pues no conozco a nadie que haya podido llorar en esa postura.

3.- El Momento

La felicidad no esta en los años, meses, en las semanas, ni siquiera en los días. Solo se la puede encontrar en los momentos. "Hoy es el mañana de ayer"... además la vida siempre tiene derecho a sorprendernos, así que aprende a vivir el presente sin ninguno de los traumas del pasado ni las expectativas del futuro. Recuerda que la Felicidad no es una meta, sino un trayecto. Disfruta de cada momento como si en él se combinaran tu pasado,
tu presente y tu futuro.

4.- Nuestra Propia Imagen

Debo aprender a amarme a mi mismo como soy. Creer en ti mismo da resultados. Cuanto más te conozcas, mayor será tu ventaja con respecto a los demás.
Hammarshold decía: "El camino más difícil es el camino al interior"... pero, al menos una vez en la vida, debemos recorrerlo.

5.- Las Metas

¿Sabes cuál es la diferencia entre un sueño y una meta?
Una meta es un sueño con una fecha concreta para convertirse en realidad. Un sueño es solo un sueño, algo que esta fuera de la realidad... así que atrévete a soñar,
pero atrévete también a lograr que esos sueños se hagan realidad!. "Apunta hacia la Luna, pues aunque te equivoques, llegarás a las estrellas..." Y cuando te pongas una meta difícil o creas que tienes un sueño imposible, recuerda que el éxito es solo la recompensa, pues lo que vale es el esfuerzo.

6.- El Humor

La sonrisa es muy importante para mejorar la autoestima. Cuando sonreímos, aunque no sintamos nada, nuestro cerebro lo entiende como una señal que todo va bien y manda un mensaje al sistema nervioso central para que libere una sustancia llamada beta-endorfina, que da a la mente una respuesta positiva. Dicen que una sonrisa cuesta menos que la electricidad, pero que da más luz. Además, con cada sonrisa siembras una esperanza.

7.- El Perdón

Mientras tengas resentimientos y odios, será imposible ser feliz. Lo maravilloso del perdón no es que libera al otro de su eventual culpa, sino que te libera a ti de un sufrimiento.

8.- Dar

Uno de los verdaderos secretos para ser feliz es aprender a dar, sin esperar nada a cambio. Las leyes de la energía te devolverán con creces lo que des. Si das odio, recibirás odio, pero si das amor, recibirás invariablemente amor.
Solo el que aprende a dar está en camino descubrir la verdadera felicidad.

9.- Las Relaciones

La sinergia es unir fuerzas y caminar juntos para conseguir cosas. Siempre que dos o más personas se unen en un espíritu de colaboración y respeto, la sinergia se manifiesta en forma natural. Entiende a las personas que te rodean, quiere a tus amigos como son,
sin intentar cambiarlos, porque cuando te sientas mal, el verdadero amigo estará allí para apoyarte y brindarte todo su amor. Así que cultiva tus amistades, ellas nos son gratis!. La amistad, al igual que la mayoría de los sentimientos, debe fluir de manera natural.

10.- La Fe

La fe crea confianza, nos da paz mental y libera al alma de sus dudas, las preocupaciones, la ansiedad y el miedo.
Pero no te asustes cuando dudes, pues bien decía Miguel de Unamuno: Fe que no duda es fe muerta". Dicen que el hombre llega a ser sabio cuando aprende a reír de si
mismo. Ríe, ríe alegremente... y el mundo reirá contigo.

SIEMBRA

Siembra amor, y recogerás unión, 
siembra unión, y recogerás paz, 
siembra paz, y recogerás armonía, 
siembra armonía, y recogerás ilusiones. 

Siembra ilusiones, y recogerás vida, 
siembra vida, y recogerás regalos, 
siembra regalos, y recogerás alegría, 
siembra alegría y recogerás fe. 

Siembra fe, y recogerás esperanza,
siembra esperanza, y recogerás confianza,
siembra confianza, y recogerás unidad,
siembra unidad, y recogerás carácter.

Siembra carácter, y recogerás hábitos,
siembra hábitos, y recogerás destinos,
siembra destinos, y recogerás felicidad,
siembra felicidad, y recogerás éxito.

Y con ese éxito, crecerá tu sueño,
con ese sueño, crecerá tu realidad,
con esa realidad, crecerá tu verdad,
y esa verdad, te llevará a Dios.

"ESTOY CANSADO"



Estoy cansado de trabajar y de ver a la misma gente, camino a mi trabajo todos los días. Llego a la casa y mi esposa sirvió lo mismo de la comida para cenar. Voy a entrar al baño y mi hija de apenas año y medio no me deja porque quiere jugar conmigo, no entiende que estoy cansado. Mi Padre también me molesta algunas veces y entre clientes, esposa, hija, padre, me vuelven loco, quiero paz. Lo único bueno es el sueño, al cerrar mis ojos siento un gran alivio de olvidarme de todo y de todos.
- Hola, vengo por ti.
- ¿Quién eres tu? ¿Cómo entraste?
- Me manda Dios por ti. Dice que escuchó tus quejas y tienes razón, es hora de descansar.
- Eso no es posible, para eso tendría que estar...
- Así es, si lo estas, ya no te preocuparás por ver a las mismas gentes, ni de aguantar a tu esposa con su guisos, ni a tu pequeña hija que te moleste, ni escucharas los consejos de tu padre.

- Pero...que va a pasar con todo ?? con mi trabajo ??
- No te preocupes, en tu empresa ya contrataron a otra persona para ocupar tu puesto y por cierto, esta muy feliz por que no tenia trabajo.
- Y mi esposa y mi bebé ?? - A tu esposa le fue dado un buen hombre que la quiere, respeta y admira por sus cualidades y acepta con gusto todos sus guisos sin reclamarle nada. Y además, se preocupa por tu hija y la quiere como si fuera suya y por muy cansado que siempre llegue del trabajo, le dedica tiempo para jugar con ella y son muy felices.
- No, no puedo estar muerto.
- Lo siento, la decisión ya fue tomada.
- Pero...eso significa que jamás volveré a besar la mejillita de mi bebé, ni a decirle te amo a mi esposa, ni darle un abrazo a mi padre.
NO, NO QUIERO MORIR, QUIERO VIVIR, envejecer junto a mi esposa, NO QUIERO MORIR TODAVIA.... - Pero es lo que querías, descansar, ahora ya tienes tu descanso eterno, duerme para SIEMPRE. - NO, NO QUIERO, NO QUIERO, POR FAVOR DIOS....!!!! - ¿Qué te pasa amor?, ¿tienes una pesadilla?, - dijo mi esposa despertándome. - No, no fue una pesadilla,fue otra oportunidad para disfrutar de ti, de mi bebé, de mi familia, de todo lo que Dios creo.
¿Sabes?, estando muerto ya nada puedes hacer
y estando vivo puedes disfrutarlo todo.

QUE BELLO ES VIVIR , GRACIAS DIOS!!!!

jueves, 27 de marzo de 2014

CARTA DE UN ÁNGEL A SUS SERES QUERIDOS


Un abrazo !... Quiero decirte entre las estrellas más hermosas, entre las nubes, que estoy bien, aquí solo hay paz.. amor y perdón..

No te pongas triste por mi ausencia, no me he ido de tu lado, simplemente que ahora no me puedes ver como antes, ni puedes oír mi voz, pero estoy contigo a toda hora, en cada latido de tu corazón, en cada lágrima que derramas por mí. Sabes? te las he secado con mis manos y con mis besos pero no te das cuenta, el dolor y el no aceptar que no estoy físicamente, no deja que me veas..

Sabes bien que ésta es la ley de la vida.. No culpes a nadie. No te sientas culpable por nada, si no me diste un abrazo cuando tuviste tiempo, si no me dijiste cuánto me amabas, olvídalo..! tu dolor lo dice todo; anda piensa que estoy bien, sonríe cuando te acuerdes de mí.

Recuerda los mejores momentos que compartimos, las veces que reímos junto/as... No recuerdes cómo fue mi partida.. eso te hace mucho daño, desangra tu alma y tu corazón. No te tortures más.
Cuando te sientas solo/a, alza tu mirada al cielo... no importa si es de día, me verás en la nube que este más cerca, y si es de noche, simplemente busca la estrella más grande, la que brille más... Ahí estaré viéndote, y mi titilar te responderá..

Acuérdate que no fue un adiós que nos dijimos, fue simplemente un hasta luego. Quizás sea pronto nuestro encuentro, quizás pasen muchos años para volvernos a encontrar, pero si te aseguro que ese encuentro entre nosotros es lo único que tenemos seguro.

No me llores más que eso me pone muy triste y aquí en este lugar no aceptan las tristezas.. No me mojes mis alas con tus lágrimas, muchas veces me impides despegarme de la tierra al lugar donde realmente pertenezco. Nadie puede decirle a Dios por qué se fue tan pronto ? ... nadie puede reprochar a Dios por enviar a un ángel a buscarme.

Cuando te agobien estos pensamientos..tan solo di.. Señor que se haga tu santa voluntad.. Tú me lo diste y a ti pertenece, te aseguro que estas palabras te darán consuelo..

Bueno me despido. Hoy hay fiesta en el cielo porque muchos vienen a encontrarse con sus seres amados y quiero estar presente para saber la alegría que se siente cuando uno abraza a alguien que dejó en la tierra.

Recuerda que te amo mucho y que siempre estaré a tu lado hasta que te vengas sin equipaje, porque aquí sólo se trae lo que siembres en la tierra y marcan las huellas que dejaste..

miércoles, 26 de marzo de 2014

REFLEXION CON SENTIDO DEL HUMOR


Querida esposa:

Comprenderás que ahora que tienes 54 años, yo tengo ciertas necesidades que tú ya no puedes satisfacer. Soy feliz contigo como mi esposa y sinceramente espero que no te sientas ofendida o herida, al saber que para cuando recibas este fax voy a estar en el Big Dick Hotel con mi secretaria que tiene 18 años. Llegaré a casa antes de la medianoche.

Cuando el tipo regresa a su casa había una nota esperándolo...

Querido esposo:

Gracias por el aviso. Aprovecho la oportunidad para recordarte que tú también tienes 54 años. Al mismo tiempo, te comunico que para cuando leas este mensaje estaré hospedada en el Hotel Happy Dust con mi profesor de tenis, que también tiene 18 años. Como eres matemático podrás comprender que estamos en las mismas circunstancias, pero con una pequeña diferencia: 18 entra más veces en 54, qué 54 en 18. No me esperes, que llego mañana.

Un beso de tu esposa que verdaderamente te comprende..

T R E S P A L A B R A S


G R A C I A S


Señor, por la paz, por la alegría, por la unión que los hombres, mis hermanos me han dado:
Por esos ojos que con ternura y comprensión me miraron,
por esa mano oportuna que me levantó,
por esos labios cuyas palabras y sonrisas me alentaron,
por esos oídos que me escucharon,
por ese corazón que amistad, cariño y amor me dió,

Gracias, Señor. . .  me cuesta trabajo decírtelo. . .
por el insulto, por el engaño, por la injusticia, por el fallecimiento del ser querido.
Tú lo sabes, Señor, cuán difícil fue aceptarlo; quizá estuve al punto de la desesperación, pero ahora me doy cuenta que todo esto me acercó más a Ti. ¡Tú sabes lo que hiciste!

Gracias, Señor, sobre todo por la fe que me has dado en Ti y en los hombres.
Por esa fe que se tambaleó pero que Tú nunca dejaste de fortalecer cuando tanta veces encorvado
bajo el peso del desánimo me hizo caminar en el sendero de la verdad a pesar de la oscuridad.




A Y U D A 


Te he venido también a implorar para el año que muy pronto va a comenzar.
Lo que el futuro me depara, lo desconozco, Señor, vivir en la incertidumbre, en la duda, no me gusta, me molesta, me hace sufrir.
Pero sé que Tú siempre me ayudarás.
Yo te puedo dar la espalda. Soy libre. Tú nunca me la darás. Eres fiel.
Yo sé que contaré con tu ayuda. Tú sabes que no siempre cooperaré.
Yo sé que me tenderás la mano. Tú sabes que no siempre la tomaré.

Por eso hoy te pido que me ayudes a ayudarte, que llenes mi vida de esperanza y generosidad. No abandones la obra de tus manos, Señor.


P E R D Ó N


No podía retirarme sin pronunciar esa palabra que tantas veces te debería de haber dicho por que por negligencia y orgullo he callado.

Perdón; Señor, por mis negligencias, descuidos y olvidos, por mi orgullo y vanidad, por mi necedad y capricho, por mi silencio y mi excesiva locuacidad.

Perdón, Señor, por prejuzgar a mis hermanos, por mi falta de alegría y entusiasmo, por mi falta de fe y confianza en Ti, por mi cobardía y mi temor en mi compromiso.

Perdón porque me han perdonado y no he sabido perdonar.

Perdón por mi hipocresía y doblez, por esa apariencia que con tanto esmero cuido pero que sé en el fondo no es más que engaño a mí mismo.

Perdón por esos labios que no sonrieron, por esa palabra que callé, por esa  mano que no tendí, por esa mirada que desvié, por esa verdad que omití, por ese corazón que no amó. . .  por ese YO que se prefirió.


Señor, no te he dicho todo. Llena con tu amor mi silencio y cobardía.

GRACIAS por todos los que no te dan gracias.

AYUDA a todos los que te imploran Tu ayuda.

PERDON por todos los que no te piden perdón.

Señor, concédeme serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar.

Valor para cambiar las cosas que si puedo y sabiduría para distinguir la diferencia.

Me has escuchado. .  . Ahora, Señor, te escucho.

martes, 25 de marzo de 2014

Una verdadera historia de perdón


Una mujer que se llevaba muy mal con su esposo sufrió un paro cardíaco. Casi a punto de morir, un ángel se presentó ante ella para decirle que, evaluando sus buenas acciones y sus errores no podría entrar al cielo; y le propuso permitirle estar en la tierra unos días más hasta lograr cumplir con las buenas acciones que le faltaban. La mujer aceptó el trato y se regresó otra vez en su hogar junto a su esposo. El hombre no le dirigía la palabra porque hacía tiempo que estaban peleados.
Ella pensó:
- Me conviene hacer las paces con este hombre. Está durmiendo en el sofá, hace tiempo dejé de cocinarle. Él ahora está planchando su camisa para salir a trabajar, le daré una sorpresa.
Cuando el hombre salió de la casa, ella empezó a lavar y planchar toda la ropa de él. Preparó una rica comida, puso flores en la mesa con unos candelabros, y un cartel en el sofá que decía: “Creo que puedes estar más cómodo durmiendo en la cama que fue nuestra. Esa cama donde el amor concibió a nuestros hijos, donde tantas noches los abrazos cubrieron nuestros temores y sentimos la protección y la compañía del otro. Ese amor, aún con vida, nos espera en esa cama. Si puedes perdonar todos mis errores, allí nos encontraremos”.
Tu Esposa
Cuando terminó de escribir el último renglón “Si puedes perdonar todos mis errores” pensó: ¿me he vuelto loca?, ¿yo voy a pedirle perdón cuando fue él quién empezó a venir enojado de la calle cuando lo echaron de la fábrica y no conseguía trabajo?. Yo tenía que arreglarme con los pocos ahorros que teníamos haciendo malabares, y todavía tenía que soportar su ceño fruncido. Él empezó a tomar, aplastado en el sillón, exigiendo silencio a los niños que sólo querían jugar. Él empezó a gritarme cuando yo le decía que así no podíamos seguir, que yo necesitaba dinero para mis hijos. Él lo arruinó todo; y ¿ahora yo tengo que pedirle perdón?
Enfurecida rompió la carta y escuchó la voz del ángel que decía:
- “Recuerda: algunas buenas acciones y alcanzarás el cielo, de lo contrario no podrás entrar”.
La mujer pensó:
- ¿Valdrá la pena?, y rehizo la carta agregando aún más palabras cariñosas: “No supe comprender nada entonces, no supe ver tu preocupación al quedarte sin empleo, luego de tantos años con un salario seguro en esa fábrica. ¡Debiste haber sentido tanto miedo! Ahora recuerdo tus sueños de “cuando me jubile haremos”. Cuántas cosas querías hacer al jubilarte. Pude haberte impulsado a que las hicieras en lugar de obligarte a aceptar estar todo el día sentado en ese taxi.
Ahora recuerdo aquella noche de locura cuando rompí esas cartas de amor que habías escrito para mí, y prendí fuego a todas las telas de los cuadros que pintabas. En ese momento me enfurecía verte allí, encerrado en ese cuarto gastando nuestro dinero en pomos de pintura para nada, o sentado en ese escritorio escribiendo tonterías para mí. Debí haberte impulsado a vender esos cuadros. Eran realmente hermosos. Estaba desesperada, yo también me sentía segura con el salario de la fábrica y no supe ver tu dolor, tu miedo, tu agonía.
Por favor perdóname mi amor. Te prometo que de hoy en adelante, todo será diferente. Te amo.
Tu Esposa
Cuando el marido regresó del trabajo, al abrir la puerta notó algo distinto; el olor a comida, las velas en la mesa, su música favorita sonando suavemente y la nota en el sofá. Cuando la mujer salió de la cocina con la fuente en la mano, lo encontró tirado en el sillón llorando como un niño. Dejó la fuente, corrió a abrazarlo y no necesitaron decirse nada, lloraron juntos, él la alzó en sus brazos y la llevó hasta la cama; hicieron el amor con la misma pasión del primer día. Luego comieron la exquisita comida que ella había preparado, rieron mucho mientras recordaban anécdotas graciosas de los niños haciendo travesuras en la casa.
Él la ayudó a levantar la mesa como siempre lo hacía, y mientras ella lavaba los platos, vio por la ventana de la cocina que en el jardín estaba el ángel. Salió llorando y le dijo:
- Por favor ángel, intercede por mí. No quiero a este hombre sólo en este día. Necesito un tiempo más para poder impulsarlo con sus cuadros, y tratar de reconstruir esas cartas que sólo para mí y con tanto amor había escrito. Te prometo que en poco tiempo, él estará feliz, seguro; y ahí sí podré ir donde me lleves.
El ángel le contestó:
- No tengo que llevarte a ningún lado, Mujer. Ya estás en el cielo, te lo has ganado. Recuerda el infierno donde has vivido y nunca olvides que el cielo siempre está al alcance de tu mano.
La mujer oyó la voz de su marido que desde la cocina le gritaba:
- “Mi amor, hace frío, ven a acostarte, mañana será otro día”.
Sí -pensó ella-, gracias a Dios, mañana será otro día…

Dos cajas


Un día soñé que Dios me había dado dos cajas, una era negra y la otra dorada. Cuando Él me las entregó, me dijo:
- Hija, pon tus penas en la caja negra, y tus alegrías en la dorada.

Yo hice lo que Dios me había indicado que guardara en caja, pero noté que la caja dorada se hacía cada vez más pesada, mientras la negra seguía tan ligera como antes. Con curiosidad abrí la caja negra para averiguar el porqué, y me di cuenta que tenía un gran agujero en el fondo, por donde todas mis penas se habían ido.

Se lo mostré entonces a Dios y le pregunté ¿dónde estaban mis penas? Él sonrió y me dijo:
- Hija mía, yo las tengo.

Le pregunté entonces:
- Señor, ¿entonces, por qué me diste dos cajas? ¿Por qué la dorada y por qué la negra con el agujero?

El Señor me respondió:
- Hija mía, la dorada es para que cuentes todas las bendiciones que te doy, y la negra es para que descargues en mí, tus penas y problemas y Yo pueda hacerte descansar.

Uno, Dos, Tres

UNO 
Él se sentó a esperar bajo la sombra de un árbol lleno de flores de color lila. Pasó un señor rico y le preguntó: ¿Joven, qué hace usted aquí, sentado bajo ese árbol, en lugar de trabajar y ganar dinero? Y el joven le contestó: Espero.

Pasó una mujer hermosa y le preguntó: ¿Qué hace usted, sentado bajo ese árbol, en lugar de intentar conquistarme? Y el hombre le contestó: Espero.

Pasó un chico y le preguntó: ¿Señor, qué hace usted aquí, sentado bajo este árbol, en lugar de jugar? Y el hombre le contestó: Espero.

Pasó la madre y le preguntó: ¿Hijo mío, qué haces aquí, sentado bajo este árbol, en lugar de tratar de ser feliz? Y el hombre le contestó: Espero.

DOS
Ella salió de su casa dispuesta a buscar. Cruzó la calle, atravesó la plaza y pasó junto al árbol florecido. Miró rápidamente al hombre. . . al árbol. . . pero no se detuvo. Había salido a buscar. Y tenía prisa.

El, la vio pasar y le sonrió. La vio alejarse hasta hacerse un punto pequeño y desaparecer. Y se quedó mirando el suelo nevado de lilas. Ella fue por el mundo a buscar. Por el mundo entero.

En el norte había un hombre con los ojos de agua. Ella preguntó: ¿Eres quien busco? No lo creo. Me voy, dijo el hombre con los ojos de agua. Y se marchó.

En el este había un hombre con las manos de seda. ¿Eres quien busco? Lo siento, pero no, dijo el hombre con las manos de seda. Y se marchó.

En el oeste había un hombre con los pies de alas. Ella preguntó: ¿Eres quien busco? Te esperaba hace tiempo. Ahora no, dijo el hombre con los pies de alas y se marchó.

En el sur había un hombre con la voz quebrada. Ella preguntó: ¿Eres quien busco? No. No soy yo, dijo el hombre con la voz quebrada. Y se marchó...

TRES
Ella siguió por el mundo buscando. Por el mundo entero. Una tarde, subiendo una cuesta, encontró a una gitana. La gitana la miró y le dijo: El que buscas te espera en el banco de una plaza.
Ella recordó al hombre con los ojos de agua. Al hombre que tenía las manos de seda. Al de los pies de alas. Y al que tenía la voz quebrada. Y después se acordó de una plaza. Y de un árbol con las flores lilas. Y de aquel hombre que, sentado a su sombra, le había sonreído al pasar. Dio media vuelta y empezó a caminar sobre sus pasos. Bajó la cuesta. Y atravesó el mundo. El mundo entero. Llegó a su pueblo. Cruzó la plaza. Caminó hasta el árbol florecido de lilas. Y le preguntó al hombre que estaba sentado a su sombra:

¿Que haces aquí sentado bajo este árbol? El hombre que estaba sentado en el banco de la plaza le dijo, con la voz quebrada: Te espero.

Después levantó la cabeza, y vio que tenía los ojos de agua, le acarició la cara y se dio cuenta de que tenía las manos de seda. La invitó a volar con él y ella supo que tenía también los pies de alas.

“Cuantas veces recorremos el mundo buscando lo que necesitamos, a veces, la distancia parece nuestro mejor aliado para la solución de nuestros problemas. Como en el cuento salimos de nuestras casas tan ciegos, que pasamos por encima de la felicidad que estamos buscando, sin darnos cuenta”

El Zapatero

La historia cuenta que había un zapatero que no podía cubrir sus mínimas necesidades con lo que ganaba en su trabajo.

Un día llego Jesús y le pidió que le arreglara sus sandalias, que estaban muy deterioradas. Jesús le dijo: te puedo dar lo que quieras si me las arreglas. El zapatero lo miró con desconfianza y le dijo: ¿Me puedes dar tu el millón de dólares que necesito para ser feli
z?

Entonces Jesús le dijo: Te puedo dar 100 millones de dólares, pero a cambio tendrías que darme tus piernas.

El zapatero respondió: ¿De qué me sirven 100 millones si no tengo piernas?

Pero Jesús insistió: Te puedo dar 500 millones de dólares, si me das tus brazos.

¿Pero Señor qué puedo hacer con 500 millones y sin brazos?, ni siquiera podría comer solo.

El Señor le habló de nuevo y dijo: Te puedo dar 1.000 millones si me das tus ojos.

El zapatero, contestó: ¿Qué puedo hacer yo con tanto dinero si no podría ver a mis hijos, a mi esposa y las cosas bellas de este mundo?

Jesús con una dulce sonrisa le dijo: Tú dices que eres pobre, pero te he ofrecido ya 1.600 millones de dólares y los has rechazado. ¿No te das cuenta lo rico que eres?, que no cambiarías por todo el dinero del mundo las partes de tu cuerpo.

Es importante dejar de ver las riquezas que nos rodean y que no podemos obtener, y agradecer profundamente a Dios por nuestra salud y, sobre todo, por nuestra vida, que son las joyas más valiosas que podemos poseer.


“Él nos da esas riquezas que sólo podemos disfrutar si aceptamos que Él viva en nuestro corazón”

lunes, 24 de marzo de 2014

El ciego

Dicen que una vez, había un ciego sentado en la vereda, con una gorra a sus pies y un pedazo de madera que, escrito con tiza blanca, decía: “POR FAVOR AYÚDEME, SOY CIEGO”.

Un creativo de publicidad que pasaba frente a el, se detuvo y observó unas pocas monedas en la gorra. Sin pedirle permiso tomo el cartel, lo dio vuelta, tomo una tiza y escribió otro anuncio.
Volvió a poner el pedazo de madera sobre los pies del ciego y se fue.

Por la tarde el creativo volvió a pasar frente al ciego que pedía limosna, su gorra estaba llena de billetes y monedas. El ciego reconoció sus pasos y le preguntó si había sido él el que rescribió su cartel y sobre todo... ¿qué había puesto?.
El publicista le contestó: "Nada que no sea tan cierto como tu anuncio, pero con otras palabras", sonrió y siguió su camino.
El ciego nunca lo supo, pero su nuevo cartel decía: 
 “HOY ES PRIMAVERA... Y NO PUEDO VERLA”.
¡Cambiemos de estrategia cuando no nos sale algo, y veremos que de esa manera puede que resulte!

EL TAZON DE MADERA


El viejo se fue a vivir con su hijo, su nuera y su nieto de cuatro años. Ya las manos le temblaban, su vista se nublaba y sus pasos flaqueaban. La familia completa comía junta en la mesa, pero las manos temblorosas y la vista enferma del anciano hacía el alimentarse un asunto difícil. La comida caía de su cuchara al suelo, y cuando intentaba tomar el vaso, derramaba la leche sobre el mantel.

El hijo y la nuera se cansaron de la situación. "Tenemos que hacer algo con papá", dijo él. "Ya he tenido suficiente. Derrama la leche, hace ruido al comer y tira la comida al suelo".
Así fue como el matrimonio decidió poner una pequeña mesa en una esquina del comedor.

Ahí, el abuelo comía solo mientras el resto de la familia disfrutaba la hora de comer. Como el abuelo había roto uno o dos platos, su comida se la servían en un tazón de madera.

De vez en cuando miraban hacia donde estaba el abuelo y podían ver una lágrima en sus ojos mientras estaba ahí sentado solo.

Sin embargo, las únicas palabras que la pareja le dirigía eran fríos llamados de atención cada vez que dejaba caer el tenedor o la comida.

El niño observaba todo en silencio. Una tarde antes de la cena, el papá observó que su hijo estaba jugando con trozos de madera en el suelo. Le pregunto dulcemente: "¿Qué estás haciendo?".

Con la misma dulzura el niño le contestó: "Ah, estoy haciendo un tazón para ti y otro para mamá para que cuando yo crezca, ustedes coman en ellos".

Sonrió y siguió con su tarea. Las palabras del pequeño golpearon a sus padres de tal forma que quedaron sin habla. Las lágrimas rodaban por sus mejillas. Y aunque ninguna palabra se dijo al respecto, ambos sabían lo que tenían que hacer.
Esa tarde el esposo tomó gentilmente la mano de su padre y lo guío de vuelta a la mesa de la familia.

Por el resto de sus días ocupó un lugar en la mesa con ellos. Y por alguna razón, a la pareja parecía no molestarse cada vez que el tenedor se caía, la leche se derramaba o se ensuciaba el mantel.

Los niños son altamente perceptivos. Sus ojos observan, sus oídos siempre escuchan y sus mentes procesan los mensajes que absorben.

Si ven que con paciencia proveemos un hogar feliz para todos los miembros de la familia, ellos imitarán esa actitud por el resto de sus vidas.

Los padres y madres inteligentes se percatan que cada día colocan los bloques con los que construyen el futuro de sus hijos. Seamos constructores sabios y modelos a seguir.

domingo, 23 de marzo de 2014

La cicatriz

Una niñita invitó a su madre a una reunión de padres y maestros que se celebraba en la escuela primaria a la que asistía. Aunque la niña no deseaba que fuera, la madre aceptó la invitación. Sería la primera vez que sus compañeros de clase y su maestra vieran a su madre, y le daba vergüenza su aspecto. A pesar de que era una hermosa mujer, había una gran cicatriz que cubría casi todo el lado derecho de su rostro y la niña le impresionaba tanto que nunca quería hablar acerca de por qué o cómo se la había hecho.
En la conferencia, la gente quedó impresionada con la bondad y la belleza natural de su madre, a pesar de la cicatriz, pero la niña seguía avergonzada y se ocultó de todos. Sin embargo, se mantuvo a una distancia que le permitía escuchar lo que decían su madre y su maestra en una conversación, y esto fue lo que oyó: –¿Cómo se hizo esa cicatriz en la cara? Le preguntó la maestra. La madre respondió: –Cuando mi hija nació, se incendió la habitación en la que dormía. Todos tenían demasiado miedo de entrar, porque el fuego estaba fuera de control, de manera que me arriesgue y entré. Cuando corría hacia su cuna, vi que caía una viga del techo y me lance sobre mi hija para protegerla. El golpe me dejó inconsciente, pero gracias a Dios, entró un bombero y nos salvó a las dos. Esta cicatriz me acompañará por siempre, pero nunca lamentaré haber hecho lo que hice.
En ese punto, la niña se dio cuenta del sacrificio que su madre había hecho para salvarla y corriendo hacia ella con lágrimas en los ojos, la abrazó y la tomó de la mano durante el resto del día.
Esta historia, me recuerda que también cuando estemos ante la presencia de Jesús podremos ver las cicatrices en sus manos, sus pies y costado. Y que Él, como la madre de la historia puso su vida para salvarnos de la muerte eterna.
Los hombres, sabemos reconocer los actos de valor y damos medallas de honor y declaramos héroes, a todos aquellos que han hecho algo por el bien de los demás, arriesgando su propia vida.
¿Serías capaz de reconocer como héroe, a Aquél que murió en la cruz del calvario para salvarte de la muerte eterna?
«Jesús se merece, sin ningún género de dudas, ser el Héroe de nuestra vida»

Amor, Éxito y Riqueza

Una mujer salió de su casa y vio a tres viejitos de largas barbas sentados frente a su jardín. Nunca los había visto:
-¿Necesitan algo?, ¡parecen tener hambre! Por favor entren en casa y les prepararé algo para comer.
Ellos preguntaron: ¿Está el hombre de la casa?
-No, respondió ella, no está.
-Entonces no podemos entrar, contestaron.

Al atardecer, cuando llegó el esposo, ella le contó lo sucedido.
-¡Entonces, diles que entren!
La mujer salió a invitar a los hombres a entrar a la casa.
-No podemos entrar los tres juntos.
-¿Por qué?
Uno de los hombres apuntó hacia uno de ellos y explicó: Éste se llama Riqueza, él Exito y yo soy Amor.
Ahora ve con tu familia y decide a cuál de nosotros tres, desean invitar a su casa. La mujer entró y le contó a su marido, lo que ellos le dijeron. El hombre se alegró: ¡Fantástico! Sal corriendo y dile a Riqueza que entre y llene nuestra casa de dinero.
Pero la esposa no estuvo de acuerdo: Querido, ¿por qué no invitamos a Éxito? Triunfaríamos el resto de nuestras vidas.
La hija del matrimonio interrumpió diciendo: ¿Por que no invitamos a Amor? Nuestro hogar entonces estaría lleno de ternura y nos amaríamos mucho más.
Sin dudar el padre, le pidió a la esposa que fuera a invitar a Amor, para que fuera el huésped de honor.
La esposa salió y preguntó: ¿Cuál de ustedes es Amor? Hemos decidido que sea nuestro invitado.
Amor se puso en pie y comenzó a caminar hacia la casa, los otros dos también se levantaron y le siguieron.
Sorprendida, la mujer les pregunto a Riqueza y Éxito ¿y ustedes por qué vienen? ¿No me dijeron que sólo podía invitar a uno de ustedes?
Los viejitos respondieron juntos: Si hubieras invitado a Riqueza o Éxito, los otros dos nos hubiéramos quedado afuera, pero como decidieron invitar a Amor, donde sea que él vaya, nosotros vamos con él.
Donde quiera que haya Amor, ahí también habrá Riqueza Éxito.

TE DESEO QUE:
Cuando te encuentres en medio del dolor y las pruebas, puedas encontrar la paz y el consuelo. . .
Cuando te falte la fe y dudes, puedas encontrar la confianza en Dios que lo cambia todo…
Cuando estés cansado y triste, encuentres fuerzas y el ánimo necesario…
Cuando te asalte el temor y la soledad, el amor de Dios llene tu vida…
Invites a AMOR a llenar por completo tu corazón.

sábado, 22 de marzo de 2014

LA TRISTEZA Y LA FURIA

En un reino encantado donde los hombres nunca pueden llegar, o quizás donde los hombres transitan eternamente sin darse cuenta...
En un reino mágico, donde las cosas no tangibles, se vuelven concretas.
Había una vez... un estanque maravilloso.
Era una laguna de agua cristalina y pura donde nadaban peces de todos los colores existentes y donde todas las tonalidades del verde se reflejaban permanentemente...
Hasta ese estanque mágico y transparente se acercaron a bañarse haciéndose mutua compañía, la tristeza y la furia.
Las dos se quitaron sus vestimentas y desnudas las dos entraron al estanque.
La furia, apurada (como siempre esta la furia), urgida -sin saber por qué- se baño rápidamente y más rápidamente aún, salió del agua...
Pero la furia es ciega, o por lo menos no distingue claramente la realidad, así que, desnuda y apurada, se puso, al salir, la primera ropa que encontró...
Y sucedió que esa ropa no era la suya, sino la de la tristeza...
Y así vestida de tristeza, la furia se fue.
Muy calma, y muy serena, dispuesta como siempre a quedarse en el lugar donde está, la tristeza terminó su baño y sin ningún apuro (o mejor dicho, sin conciencia del paso del tiempo), con pereza y lentamente, salió del estanque.En la orilla se encontró con que su ropa ya no estaba.
Como todos sabemos, si hay algo que a la tristeza no le gusta es quedar al desnudo, así que se puso la única ropa que había junto al estanque, la ropa de la furia.
Cuentan que desde entonces, muchas veces uno se encuentra con la furia, ciega, cruel, terrible y enfadada, pero si nos damos el tiempo de mirar bien, encontramos que esta furia que vemos es sólo un disfraz, y que detrás del disfraz de la furia, en realidad... está escondida la tristeza.
MORALEJA: Muchas veces las cosas no son lo que parecen, tras una actitud hostil puede esconderse un corazón herido.

viernes, 21 de marzo de 2014

Receta de la felicidad

INGREDIENTES:

1 Kilogramo de recuerdos infantiles.

2 Tazas de sonrisas.

2.5 Kilogramos de esperanza.

100 Gramos de ternura.

5 Latas de cariño.

40 Paquetes de alegría.

1 Pizca de locura.

8 Kilogramos de amor.

5 Kilogramos de paciencia.

MODO DE PREPARACIÓN:

1) Limpia los recuerdos, quitándole las partes que estén echadas a perder o que no sirvan. Agrégale una a una las sonrisas, hasta formar una pasta suave y dulce.

2) Ahora, añade las esperanzas y permite que repose, hasta que doble su tamaño.

3) Lava con agua cada uno de los paquetes de alegría, pártelos en pequeños pedacitos y mezcla con todo el cariño que encuentres.

4) Aparte, incorpora la paciencia, la pizca de locura y la ternura cernida.

5) Divide en porciones iguales todo el amor y cúbrelos con la mezcla anterior.

6) Hornéalas durante toda tu vida en el horno de tu corazón.

7) Disfrútalas siempre con tu familia... con el sabor de lo nuestro.

Consejo: Puedes agregar a la mezcla anterior dos cucharadas de comprensión y 300 gramos de comunicación, para que esta receta te dure para siempre.

Cajitas de música

Las personas se asemejan siempre a las Cajitas de Música...
Sabes porqué???

Porque...
Algunas tienen muchos adornos, pero por dentro están vacías...
Otras no tienen adornos, pero por dentro tienen todo un jardín o están llenas de gemas brillantes.
Otras, cuando las abrimos, nos muestran su interior lleno de recovecos y muchas veces nos perdemos entre sus laberintos...
Luego, están aquellas cajitas que son transparentes, que las vemos con un solo darles una mirada y sabemos cómo van a actuar siempre...
Y siempre se me ha ocurrido que las personas son cajas musicales...
que sólo las conocemos y amamos luego de oír la música de su interior...
Porque esa música tiene algo de magia, algo muy hermoso lleno de vida, algo de muy dentro de su alma...
Y es lo que me ha pasado, he sentido la música de sus almas y precisamente por ello,
quise enviarles la música de mi alma en esta cajita que les regalo hoy...
para los que están y para los que por un algún u otro motivo no están y para los que espero que vuelvan.

"Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces, pero no hemos aprendido
el arte de vivir juntos, como hermanos"